Iniciación con mamá Parte 1
Fecha: 26/12/2020,
Categorías:
Lesbianas
Tus Relatos
Autor: Karol, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... inexplorado. ¿Sería virgen del ano? Mi dedo entraba poco a poco, siempre ayudado por abundante saliva. Dedo adentro, dedo afuera, al principio lentamente, después más rápido. Besaba sus nalgas, el ano, lamía y chupaba como loca. Casi me vengo de la excitación. Así pasé el resto de la noche. Al otro día no vi ninguna reacción en ma o al menos nada me dijo.
II No me atreví a repetir esas dos noches; mi temor por el uso de las pasta de dormir era superior al deseo. En vez de eso decidí conquistarla y desde entonces todo fue coqueteos y tratos cariñosos. Ma estaba complacida. Una que otra noche me le aparecía en su cama alegando tener frío y si estaba muy dormida hacía algo de meneos, pero sin el atrevimiento de las noches pasadas. Pero una noche pasó lo que tanto anhelaba. Ese día ma estaba muy deprimida pues había discutido con pa. Cuando llegué a casa y me contó la consolé como pude; también me confesó de su fracaso con el otro supuesto novio que intentó tener. Aproveché para hablar pestes de los hombres y otras sandeces, así como de la importancia de tenernos unas a otras. Por supuesto a la noche le hice mi visita a su cama y la abracé un buen rato. –Has sido tan buena conmigo, hija… La tomé con ternura en mis brazos y sin darme cuenta le di un beso en la boca. Retiré mi boca asustada. Ma nada dijo y yo me quedé quieta y confusa. Después ma siguió hablando de otras cosas como si nada. No supe que pensar. ¿Se habría dado cuenta del beso o estaba tan preocupada?
Al poco ...
... volví a decirle que yo estaba con ella todo el tiempo, y volvía a besarla en la boca. Esta vez ella abrió sus ojos. Nos quedamos un rato silenciosas. Súbitamente, ambas nos besamos. No se como, pero sentimos la necesidad de hacerlo, sin palabras ni gestos. Simplemente nos besamos en la boca. Mi corazón latía con violencia. Ma no estaba dormida, estaba bien despierta y me besaba. La tomé en mis brazos y la besé con fuerza. De pronto ella se soltó azorada. – Espera, hija, yo… – Lo siento, no sé por qué… Le acaricié el rostro con mucha dulzura. – Ma, no te asustes, todo está bien. Te quiero mucho, has sido todo para mí, y quiero que lo sepas. – Pero, soy tu madre y… No la dejé terminar. La besé con más fuerza, ella simplemente se quedó quieta. Esta pasividad me agradó. Marcaría el futuro de nuestra relación, pues soy agresiva sexualmente y ma es justo lo opuesto. Este beso fue más allá, mi lengua entró en su boca y la poseyó. Ma intentó una resistencia más, pero muy débil. Estaba en mis manos. – Ma, llevas un año de injusta vida monótona, sin disfrutar de tu hermoso cuerpo. Déjame recuperar el tiempo perdido… Ma se asustó. La besé una vez más y no la dejé hablar. – Pero hija, yo… Nada que hacer. La recosté sobre la cama y me puse sobre ella y de lado, y la besé como nunca. Lengua y saliva compartida, besos apasionados y sonoros, toda mi boca como un volcán. Ma apenas se dejaba hacer.
Mi mano derecha se lanzó al manoseo de su teta más cercana, y después fue mi boca la que se ...