Un secreto con mama - Relatos Eróticos

Un secreto con mama

... Ella me dijo que no me tenía que dar vergüenza, que era mi madre y aún más mi amiga y que era natural , aunque siempre me quedo la sensación de que le daba morbo y quería verme. Le dije que por favor no le contara nunca a mi papá. Ella me dijo que estaba bien, que sería nuestro secreto, fui a bañarme y no podía evitar pensar como sería el momento, me ganaba la excitación y ya tenía la verga dura de solo imaginarlo, cuando salí ya con la libertad que tenía por la situación solo salí del baño con una toalla que me cubría la cintura, ella muy concentrada me dijo que vayamos al baño que ahí había mejor luz, en todo momento su actitud era seria pero de complicidad sabiendo cuales mi intención en realidad , cuando entramos al baño ella se agachó quedando a la altura de mi pene, y me dijo que me sacara la toalla para poder ver, en ese momento sin ningún recato ni disimulo me saque la toalla quedando totalmente desnudo frente a ella, como tanto lo había deseado, desde hacía mucho tiempo, ella me miró sonriente sabiendo que yo estaba cumpliendo mi deseo, y se puso seria, comenzó a palpar mis testículos, y agarró con total suavidad mi verga, automática tuve una erección impresionante, la verga se me puso tura frente a sus ojos, a ella nuevamente se le dibujó la sonrisa y esa cara pícara con la mirada de excitación,  me miró y me dijo, lo que vos tenes es calentura, ...

... estos huevos están llenos de leche que tenes que vaciar, eso te causa dolor, mira como se te puso de solo tocarla, yo estaba exitadicimo y no quería que termine el momento, ella me miró y pregunto ¿siempre se te pone así? A lo que yo le respondí, que no, que solo cuando la veía cambiarse o pensaba en ella, mi madre encantada exclamó, ¿por mi? Feliz y exitada, y continuo pero soy tu mamá, me halaga tu puto parado, pero tenes que buscar una chica de tu edad, yo respondí, pero a mi me gustas vos ma, todo me gusta de vos, lo envidio a papá. Ella se quedó en silencio y me dijo, entonces yo te tengo que ayudar a pasar el dolor, mientra se arrodillaba frente de mi y me agarraba la pija para hacerme una paja, ella se reía, y me preguntaba si me gustaba, yo le decía que si que lo que más quería era hacerle el amor, mi mamá feliz empezó a frotarse mi pene ultra erecto por la cara mientras no paraba de pajearme, yo ya no aguantaba, hasta que libere un chorro de leche en una acabada bestial sobre su cara, pelo y remera, ella parecía haber encontrado al amante perfecto, sumisa arrodillada me pregunto si me había aliviado el dolor, yo le respondí que si. Me dijo que me limpiara y me pidió que saliera del baño que se iba a bañar, yo feliz como nunca en mi vida salí de baño, me fui para mi habitación, esperando la noche para cogerla, pero eso lo contaré en próximo relato…