Mis deseos prohibidos 6. Primera vez. Parte 1 - Relatos Eróticos

Mis deseos prohibidos 6. Primera vez. Parte 1

... pecho como se agitaba, me sentía caliente y también sentía lo mismo que al tocarme pero más rico, me estaba mojando y podía sentirlo perfectamente, tenia muchas ganas de masturbarme pero no me atrevía ahí. Veía porno todos los días, de muchos tipos, los penes negros y enormes me imptesionaban mucho, pero lo que me marcó fue ver porno de chavitas de mi edad, las veía disfrutando y gimiendo, comiendo penes, comiendo semen, siendo penetradas por los dos lados, eso me excitaba muchísimo. Llegó el día que no pude más, había salido de la escuela y me fui directo a las compus, mi mamá sabía que haría tarea. Me puse a ver pornos, me caliente como siempre, pero está vez tenía una oportunidad de hacer algo, podía tocarme, tenía falda, mi cuerpo lo pedía. Con mucho cuidado puse seguro a la puerta, acomodé mi falda para que cayera al rededor de la silla, apoyé mis pies en unas reñidas bajas que tenían los escritorios, levante mi falda por delante, y lleve mi mano a mi entrepierna, apenas mis dedos tocaron mi calzoncito pide sentir mi humedad, vi que era mucho, o al menos en ese entonces era mucho para mi, estaba excitadísima, me excitaba verme, tocarme, ver porno; comencé a frotar mi vulva sobre mi calzón mientras veía las porno, tenía audífonos y podía escuchar a placer todos los deliciosos sonidos del sexo, me sentía tan emocionada, tan loca, loca de lujuria; mientras me frotaba no resisiti ir corriendo mi calzoncito de lado, empecé a tocarme directamente la vulva, mis jugos ...

... chorreaban y humedecían la silla, se acumulaban entre mis nalgas y comenzaba a producirse el ruido inconfundible de la humedad, podía percibir mi aroma, el aroma de mi panochita, el aroma de mi lujuria, pero poco me importaba, no tenía cabeza para pensar en si alguien más sentía mi aroma, sólo quería seguir; sentí que mis músculos se tensaban y me detuve, de nuevo el orgasmo estaba ahí cerca pero no sabía y no quería orinarme, tal vez fue lo mejor pues hubiera hecho un desastre en el cubículo. Al acabar me entró algo de miedo; aunque mi falda no se había manchado de humedad mi calzoncito estaba empapado, además la silla también estaba muy mojadita y no tenía con que secar; tuve que quitarme el calzón y con eso tratar de secar la silla, quedó bien; al salir sentía pena pero también me agradaba, sentía como el aire pasaba por mis piernas y llegaba a mi vulva aún húmeda, aún chorreando un poquito; estando a punto de salir el dueño del lugar me llamó, pensé que se habría dado cuenta, que me habría visto y que me regañaría o peor, que llamaría a mi mamá. Oye nena, me dijo. -veo que te gusta mucho venir, eres mi mejor clientita, voy a separarte la mejor compu, es la más rápida y la que tiene mejores audífonos y nunca falla, cada que quieras la tendré libre para ti. Mientras aquel hombre decía esto yo me tranquilzé de que no me hubiera descubierto pero luego me dio pánico, sentí que un chorrito de mis jugos escurría por mi muslo y estaba a punto de escapar debajo de mi falda, esos segundos ...