Encoxe a mi Madre en el Metro - Relatos Eróticos

Encoxe a mi Madre en el Metro

... tardes”, en eso me la gente empezó a empujar más y más, así que quede detrás de ella, le dije “perdón mama, pero la gente está empujando mucho”, ella me dijo “está bien, ojala avance rápido el tren”, con el movimiento del vagón empecé a darle tallones en las nalgonas de  mi mama, poco a poco me fui poniendo duro.  
Me daba pena y tratada de separarme un poco de las nalgas de mi mama, pero era imposible cuando empujaban de golpe le dejaba caer mi verga erecta sobre sus nalgas, después de un rato ya me dio igual pues era culpa de la gente, mi mama claramente esta incomoda, no sé si era por lo apretado que estaba o si era porque sentía mi verga sobre sus nalgas. 
Conforme me ponía más caliente, asimilaba más las cosas eso creo, pues por primera vez tenía la oportunidad de poner mis manos sobre las nalgas de mi mama, así con cuidado empezó a bajar las manos, hasta la altura de su nalgas y con el movimiento de vagón empecé a sobárselas, no podía creer lo duras que estaba para su edad, sentí como si mi pene quisiera expulsar con litro de semen. Después de unos minutos deje de hacerlo para que no sospechara nada, pues ella no dijo nada pero se veía incomoda. Como mi pene está muy apretado en mi pantalón poco a poco empecé a bajarme el cierre y asomar la cabeza para que tuviera contacto más directo con el culo de mi mama, pues con la calentura ya me daba igual si me tachaban de enfermo.
Lo tome con una mano, y empecé a empujar a la altura de su ano, fantaseando que me la está ...

... cogiendo por el culo, entonces ella dijo “oye te puedes hacer un poco para atrás, me están aplastando”, me asuste pues pensé que se había dado cuenta, y le dije “estamos igual voy a tratar de hacerlo pero no creo poder”, deje pasar un rato pero aun así seguía como piedra de duro, trate de voltear hacia abajo y vi como su culo resaltaba tan grande que me prendió mas, en eso la gente empezó a agitarse más y más pues entraban y salían, en una de esas tantas movidas aproveche para tocar sus piernas y de paso subí un poco fu falda, ella tenía las manos ocupadas, en una llevaba las carpeta con las boletas y en la otra su bolso, así que no podía acomodársela. 
Con cuidado le subí sus delgada falda lo suficiente para ver sus bragas, ese día llevaba un cachetero verde con encajes en las orillas, en el momento de verla casi me vengo de la excitación, pues se veía que ese cachetero casi se reventaba de tan grande que tiene las magas de mi madre, le rose mi verga un buen rato, empezó a salir un poco de mocos de mi verga y se empecé a embarrar en sus nalgas y en su calzón. Sabía que no podía hacer nada más, pues ya era mucho, esta cumpliendo una fantasía que era poder tallar mi verga en esas nalgonas, a las que tantas veces le he dedicado pajas y pajas, con cuidado trate de poner mi verga entre sus piernas para que al menos mi verga rosara su deliciosa puchita.
Con cuidado lo hice, después con el pretexto de la gente empecé a moverme de adelantaste hacia atrás para que la cabeza de mi verga ...