Mis deseos prohibidos 8. Primera vez Parte 3 - Relatos Eróticos

Mis deseos prohibidos 8. Primera vez Parte 3

... panochita bonita y lisita, quería sentir bien sus besos y su lengua. Le pedí que me ayudará a depilarme, al principio sólo quería continuar pero aceptó, esa vez el estaba tan ansioso que me dijo que después me explicaría como hacerlo, que en ese momento el lo haría rápido. Usando una crema para afeitar me colocó en la orilla de la cama, abierta, con las piernas dobladas y apoyadas en mis pies, y comenzó a depilarme, fue rápido, yo les sentía más grandes y abundantes porque apenas tenía, pero en realidad no era aún tanto. Cuando terminó me puso crema humectante y mientras lo hacía comenzó a sobarme entre los labios con sus dedos, presionaba y frotaba mi clítoris, yo de nuevo empezaba a lubricar; empezó a besar morder mis pantorrillas y mis piernas, siguió con mis muslos muy lentamente, no dejaba de masturbarme e incluso sentía como habría mis labios vaginales para observar mi interior, mi himen, mi "telita" de virginidad; sentir su mirada sólo me hacía excitarme más, sus dedos frotaban cada centímetro de mi pequeña panochita, escurría. Senti sus besos detenerse en mi ingle, masajeaba mi vulva haciendo escurrir mis jugos hasta mi ano, sentía su respiración en mi humedad, estaba por rogarle que ya me comiera cuando sin aviso su boca se depositó en mi clítoris, mis manos apretaron fuerza la sábana y mi espalda se arqueó hacía atrás, podía ver la cabecera cuando mis ojos vencieron un poco la fuerza del placer que los cerraba; chupaba mi clítoris con suavidad, sentía su saliva, su ...

... calor y su respiración en mi piel, su lengua comenzaba a jugar en mi abertura recogiendo todos mis abundantes jugos, me ponía más caliente sentir que estaba llevando mis jugos a su boca, los estaba comiendo; se separaba para masajear y abrir mis labios, luego trataba de penetrarme con la lengua y yo sentía un choque de electricidad que me hacía gemir más y más fuerte, sentir su lengua abriéndose camino por mi panochita me estaba poniendo a punto del orgasmo pero no quería acabar. Me besaba, me chupaba, me lamía y me mordía muy rico, lamía casi desde mi ano y sentía un calor que crecia y crecia, absorbía cada gota que salía de mi, jalaba mis labios menores con sus labios y saboreaba cada pliegue de mi panocha como si fuera la fruta más rica del mundo, sus chupada se hacían más intensas, el sonido aumentaba, su respiración y la mi a se agitaban y sentía que no podría resistir más el orgasmo, no aguante mis ganas de hundirlo en mi panocha y comencé a empujar su cabeza contra mi, la presionnde su nariz se volvía tan placentera que no quería que se alejara ni para tomar aire, su lengua se movía con habilidad y estaba arrancándome con desesperación el orgasmo que tanto resistía, sus labios me acariciaban y mi cuerpo comenzaba a tensarse, mi vagina comenzó a palpitar con fuerza y el aceleró sus ritmos mientras masajeaba mis tetitas... entre tanto sexo oral alcanzó a preguntarme si me gustaría su dedo en mi ano... "si por favor!!! Hazlo hazlo no me preguntes!!! No pares!!! Hazme lo ...