¡¡Sorpresa!! - Relatos Eróticos

¡¡Sorpresa!!

Araceli, una hermosa morena de labios gruesos y boca grande, ojos medio rasgados, estatura media, pelo rizado a la altura de los hombros, pechos grandes y firmes, cintura marcada, nalgas redondas y piernas de campeonato. Compañeros de escuela hará casi 20 años, idéntica a como la última vez que la ví, bueno quizás más hermosa, a sus cerca de 45 años.

Cierto día en que tuve que salir a una ciudad cercana a dónde vivo al cruzar por el centro veo dentro de un ajustado pants  unas bellísimas nalgas de una chica que estaba agachada tratando abrir su auto sin poder hacerlo debido a unos paquetes que cargaba, como ya es sabido, en casi todas partes es necesario usar el cubrebocas por el tema de la pandemia, pero aún así el rostro se me hizo familiar, me estacione cerca y baje a ayudar a la chica en cuestión, al estar cerca de ella la reconocí de inmediato

-¿Te puedo ayudar Ara?

Sorprendida miro hacia a mi  y extrañada me dijo que si y me dio las gracias, yo sabía que no me había reconocido

-Tantos años amiga y yo creo que si he cambiado mucho al grado de no reconocerme, al decir esto me retiré el cubre bocas un momento, pero ella seguía sin reconocerme

-Disculpe, la verdad se me hace familiar su cara pero no me acuerdo.

-soy Luis, fuimos compañeros en la universidad hace ya un buen tiempo.

-¿Luis?... ¡Ah ya, ahora sí me acuerdo jajaja! ¡Que gusto y después de tanto tiempo el encontrar a un buen amigo! 

Pasado un rato de hablar levemente de lo que había sido ...

... de nosotros en nuestras vidas, cruzamos números de teléfono y direcciones de Facebook. Nos despedimos con la promesa de una vez pasada está contingencia ( interminable por cierto) salir a comer o tomar un café o una copa.

Al entrar a mi auto lo primero que hice fue agregarla a mis contactos. Por la noche, después de bañarme me recosté a ver algo en la televisión cuando me llega la notificación de un mensaje por WhatsApp ¡Era ella!

Estuvimos chateando por largas horas, contándonos más de nuestras vidas, ya era muy tarde cuando al despedirnos la invitaba a salir un rato, con las debidas precauciones y acepto de inmediato. No sé que emoción me embargo, me sentí un adolescente en su primera cita.

Al otro día estuve puntual a dónde quedamos y salimos en mi auto a un lugar apartado de las aglomeraciones, es una especie de bosque que hay cerca y dónde pudimos comer en un restaurant pequeño al aire libre, ya estaba anocheciendo cuando volvimos, pero la siete (¿Buena, mala?) Me tenía preparado algo, de momento mi auto empezó a tener un rudo extraño y la dirección vibraba, pasamos al estacionamiento donde había dejado su auto y guarde el mío ahí, era riesgoso salir a carretera con el auto en ese estado, y más de noche.

-¿Y ahora que harás? Yo te puedo recomendar a mi mecánico, pero a estas horas ya no trabaja.

-Mañana vengo temprano por el, no sé si irme en autobús o quedarme en un hotel.

-No, no, de eso nada, quédate en mi casa, los autobuses van muy llenos de gente y ...