¡¡Sorpresa!! - Relatos Eróticos

¡¡Sorpresa!!

... gruesos, carnosos y húmedos. 
Subí la mano que tenía sobre su rodilla hasta sus nalgas, sus hermosas y firmes nalgas, a la vez que me tomaba de la nuca para no despegarme de su boca, con la otra mano busque y encontré sus senos, igual firmes y duros, despacio sobaba sus pezones haciéndola gemir, despacio me separé de su boca , bese su cuello y baje a chupar ese trozo de carne , mami alrededor de su areola

-¡Ay Luisito, sigue así! Hace mucho que no me besaban y acariciaban como lo estás haciendo, estoy sintiendo delicioso.

La mano que tenía apretándole la nalga la moví al medio de ella alcanzando la entrada de su ano, lanzo un gemido y su respiración se agotan más a cada caricia que le hacía. Al pasar a su rajita la sentí húmeda y caliente, en verdad estaba cachonda, me separé un poco de ella y le baje su short junto con su pantaleta tipo bikini quedando expuesta a mis ojos la más bella imagen que podía haber visto en los últimos años, un pubis lleno de pelos rizados pero bien arreglados, brillante por la humedad de su vagina, unos labios vaginales que parecían alas de mariposa, yo debo confesar que soy adicto a mamar una panocha limpia y fanático de brindar el beso negro, así que no dude en empezar a chupar ese manjar ante la complacencia de mi compañera, gemía y me pedía no me detuviera, mi lengua jugaba con su clítoris excitado, entraba al donde de su vagina y despacio baje hasta la entrada de su ano, le di una lamida ensalivandolo ante la sorpresa de ...

... Araceli.

-¡Luis ¿Que haces?! ¡Eso no, eso no!

-¿Porque no preciosa? Tienes un culo muy bello y además yo sé que te gustó sentir que lo chupara.

Separándose de mi, se sentó bien sobre el sofá en que estábamos y me miró muy seria.

-Es que eso no, eso no es correcto, me incómoda

- ¿Nunca has probado el sexo anal?

-No, ni nunca antes nadie me había metido la lengua ahí

-¿En serio? No saben de lo que se han perdido, y tú también, déjate llevar por mi y te prometo que te gustará lo que te haga, prometo también no lastimarte ni hacer más de lo que puedas soportar. 

-No, eso no Luis, no eches a la basura todo lo que me has estado haciendo sentir.

Y como en verdad no quería arruinar todo lo que ya había logrado con ella desistí. Continúe besando sus senos y de inmediato volvió a relajarse y ponerse cachonda.

Lamia alrededor de sus pezones y daba pequeños y suaves mordiscos haciéndola gemir, empezaba a sudar y chupaba su sudor bebiendo lo, su mirada fija en mi, extasiada me tenía igual excitado al máximo, la erección bajo mi pantalón era tal que me dolía el pene ante tanta presión, sin dejar de tocarla y besame el cuerpo me fui desnudando, ella cerró sus ojos y me abrazo besando mis labios 

-Ya no aguanto, quiero sentirte dentro de mi. Me dijo sin apartar su boca de la mía.

Le levanté y abrí sus piernas en para colocarme entre ellas y entre despacio en su vagina, sentía la humedad caliente en mi miembro, gemía sin dejar de mirarme a los ojos, cuando  estuve ...