Sexo duro con Liliana, mi madre - Relatos Eróticos

Sexo duro con Liliana, mi madre

... hijo me pone muy cachonda, me vengo de solo pensarlo.
La puse en cuatro: la agarré de sus caderotas y le entré a dar con una fuerza, casi como un taladro.
Acabó por tercera vez.
Yo firme al palo por la calentura que me provocaba el incesto seguía garchandome a mi madre a poronga limpia.
De estar en cuatro la puse reclinada boca abajo y le agarré las manos y se las puse detrás de su espalda.
Le veía todo el orto carnoso que se movía y eso me calentaba.
La posición de mi madre y la visual que me daba eran inmejorables.
Acabó por cuarta vez.
Sus gemidos no paraban y sus palabrotas menos....
Más más mas, esto recién empieza, quiero pija toda la noche, garchate a mamita pendejo, quiero tu verga dura en mi concha, y la quiero en mi culo.
Se me sentó otra vez arriba pero esta vez de espaldas. Podía ver como su concha y su culo se movían boca a bajo y meexcitaba. De esta manera mientras le daba a mami le podía manosear el culo con sus dos grandes nalgotas que eran deliciosas.
En un momento dado se reclinó de espaldas hacia mi. Pude entonces desde abajo agarrarle las tetazas y manosear las sin parar mientras yo desde mi pija le daba ahora otra cogida foribunda.
Ah ah ah, acabo guachoo, gritaba mami.
Ella podía tocarse el clítoris en esa posición y se volvió a venir con mi cogida por la vagina y a su vez por el clítoris también.
Yo seguía al palo y ella pedía mas.
Quiero un 69 dijo y nos pusimos varios minutos al derecho y al revés chupandonosnlas partes.
Pija pija ...

... pija gritaba, garchame bebé, mami quiere mas pija...
Y le entré a dar con mas vigor que nunca estilo misionero.
Nos besamos y chupabamos los cuellos y orejas.
Nuestras babas caían de nuestras bocas abiertas por los besos de lengua. 
Nos decíamos mil asquerosidades. El lenguaje sucio nos calentaba.
Mi madre acabó otra vez con un orgasmo tembloroso y entonces fue cuando gritó:
Dame tu leche, bebé, dame tu leche, la quiero en la boca, en la boca y en las tetas de mami.
Entonces me senté encima de ella y le volvi a poner la pija sobre las tetas gigantes y tras un poco de franela con las gomas que ella apretaba y amasaba sobre mi pija, salieron chorros de leche que derramé primero sobre sus tetas y luego en su cara. Mami buscó naturalmente mi pija y se la tragó completa tragándose toda la lecha que tenia todavía mi palo.
Satisfecha, le pregunté.
Por ahora apenas,quiero mucho mas.
Me vas a tener que coger toda la noche, no hay tregua.
Mi segundo polvo, cuando volví a estar al palo fue toda una integra comida por el culo.
Ambos gozamos sobremanera el sexo anal.
La calentura de mi madre era insaciable y las cosas que me hacia y las que me decia me ponían tan cachondo que a los pocos minutos mi pija estaba otra vez muy parada.
Hicimos un montón de chanchadas y yo metí en total cuatro polvos.
Quedamos exhaustos al amanecer.
Cuando terminamos de coger me dijo mi madre:
No pudiste resistirse a los encantos de mami, EH.
En parte era cierto. Ella me puede. La amo y la ...