La mujer de mi sobrino es insaciable - Relatos Eróticos

La mujer de mi sobrino es insaciable

... aproveche para meter la punta de uno de mis dedos en su vagina, que caliente estaba por dentro.   Pero en eso, se oyó la voz del hijo mayor de Dayana  -mamíii, mamiii-  que la llamaba desde la habitación donde el dormía, ella se soltó en un instante y se fue con él, al parecer tenía un mal sueño.  Maldije el momento en que eso sucedió.   

Sin embargo, al pasar unos diez minutos y que ella no llegaba, me dirigí a la habitación a preguntar por el niño,  vi a Dayana acostada a su lado en la cama, solo tenia prendida una lámpara de noche, y pude ver al niño que estaba durmiendo.  También pude ver el trasero de Dayana que estaba de lado.  Me fui acostando a su lado, mientras le preguntaba si todo estaba bien.  Ella me dijo que si, que ya se estaba durmiendo de nuevo.  Luego me dijo que me acostara pegada a su lado, quede atras de ella también de lado, mi paquete lo pegué a sus nalgas, ella puso una frazada de la cintura para abajo de ambos.  Como aún yo estaba caliente, me puse a darle besitos a Dayana en el cuello por atras, subí su blusa y luego le daba besos a su espalda, ella no opuso resistencia, ni decía nada.  Yo estaba decidido en ese momento de llegar lo más lejos que ella me permitiera.  Asi que me bajé los pantalones y los calzones, luego se los bajé a ella, todo debajo de la frazada, me puse a pasarle mi pene por sus buenas nalgas, hasta que se la llegué a su cuquita, ella gimió otro poco, al oír eso supe que seguía excitada, aproveché para levantar un poco su ...

... pierna y entonces tomé mi verga y la puse en la entrada de su vagina y la fui deslizando, el calor interior de su vagina era altísimo, delicioso, la fui penetrando suavemente, ví que ella se puso el puño de su mano en su boca, para no gritar.  Cuando se la metí todo lo posible, comencé a sacarla y meterla rítmicamente, que rica tenía su rajita.  Ella ya excitada, me comenzó a decir a bajo tono, -ayy don Guillermo, que me esta haciendo?,  ayy que ricoo lo que me hace-,  yo la follaba cada vez más fuerte, que la cama se mecía conforme la cogía, ella miraba a su pequeño, pero el movimiento ayudaba a que él siguiera dormido.  

Seguí bombeando mi verga dentro de su vagina, la tomé de la cintura para aferrarme y meterla hasta el fondo, en ese momento ví que ella se estremecía y emitió un gemido que no pudo tapar el puño de su mano, pensé que podía despertar a su niño, pero, no fue asi.  Dayana se corrió abrumadoramente, sentí que su vagina se volvía una poza de jugos íntimos, aceleré mi bombeo y fui llegando a mi climax, sabía que podía terminar adentro de su rajita, pues ella me había confesado semanas antes que luego de tener a su segundo pequeño, se había operado para ya no tener más familia.  Asi que con confianza comencé a eyacular dentro de su vagina, bastante esperma caliente salió de mi verga.  Luego la abracé por atras hasta que llegó la tranquilidad.  En eso ella me dijo -don Guillermo, creo que ya es tarde, debería irse-,  me compuse la ropa y dándole un beso en la ...