En las duchas.
Fecha: 30/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... gruesas y velludas. O esas veces en las que había salido de las duchas sólo en camiseta sin mangas. Sus brazos igual de gruesos y sus axilas. Pensaba en abrir la boca y. La ducha de al lado se abrió. Yo había estado viendo a la pared, de espaldas a la entrada de las duchas. Me quedé inmóvil con mi mano agarrando mi verga. - Ah, lo siento, es que me hacía falta una ducha. Dijo el entrenador. - Ojalá no te moleste. - N-no, yo y-ya me i-i-iba a salir igual. No podía voltear (quería hacerlo, claro), pero la idea de verlo desnudo era demasiado para mí. Además, él vería mi erección, que ahora estaba más dura que nunca. Tanto que me dolía. Entonces sentí que me agarraban la verga y no era ninguna de mis manos. Abrí la boca sorprendido. - Shhhh. Sólo dejáte. El entrenador estaba detrás de mí, pegando su verga contra mis nalgas. Su mano jalándome la verga, esa mano grande y masculina agarraba sin problema mis genitales. - Rico, ¿no? Y tranquilo. Si yo no digo nada tú tampoco, ¿o sí? Sólo pude negar con la cabeza. Su pene rozaba mis nalgas y él se pegaba más a mí. Sentía el vello mojado de su pecho contra mi espalda. Sentía sus pezones. Su aliento estaba en mi cuello y su barba me raspaba. Sin darme cuenta empecé a gemir. - Te quiero coger y no puedo. Me dijo. Yo no sabía por qué en ese momento. ¡Eso era lo que quería! Entonces me giró de un solo. Verlo fue de frente fue como la mejor fantasía cumplida. Ambos estábamos empapados. Él estaba ahí, desnudo, orgulloso de su cuerpo grande y ...
... peludo. Sus manos masturbándome sin ningún rasgo de timidez. La punta rosada y gruesa de su verga tocaba la mía. Entonces me besó. Siempre pensé que los besos eran algo desagradables. Pero en ese momento, al sentir su lengua en mi boca, su pecho contra el mío y sus dedos metiéndose en mi ano, eso era todo lo que necesitaba. Su lengua y la mía enredadas. Su barba rozando mi cara de niño. Sus dedos metiéndose hasta el fondo de mi culo y su verga sobre la mía. ¡Quería que me cogiera ahí mismo! Que me cogiera duro en el piso. Me puso de espaldas otra vez y me metió los dedos más adentro. Sin darme cuenta estaba gimiendo a todo volumen. -Shhhh. -Me dijo sonriendo. Luego me agarró la verga otra vez, me masturbaba cada vez más rápido. Él gemía también, frotando la cabeza de su verga entre mis nalgas. Podía sentir la presión contenida. Él quería metérmela hasta el fondo. Cogerme hasta eyacular adentro. Y yo quería eso. Pero también quería algo más. Probarla. Ya una vez había intentado probar mi propio semen, pero después de venirme, la imagen de mi semen saliendo de mi pene me llenaba de cierto asco. Lo más que había probado había sido el liquido preseminal. No sabía a nada y eso me había excitado. Ahora estaba ahí, sintiendo la verga gruesa de mi entrenador. El hombre que me había pedido que jugara. El hombre que podía entrenar a un montón de jóvenes revoltosos. Ahora él estaba agarrándome, metiéndome los dedos en el ano, sobándome la verga. Jugando con mi lengua en su boca. - ¿La ...