1. Labios húmedos


    Fecha: 03/01/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Labios húmedos
    
    Cuando mi amigo Carlos me mostró una revista de mujeres desnudas con el fin de hacer eso que los jóvenes hacemos, o mejor dicho los pubertos de 13 años hacen, me di cuenta que no me gustaba el sexo opuesto, no le comenté nada a mi amigo, pero cuando llegué a casa le conté a mi madre y ella lloró y lloró, no pensé que fuera tan malo, después de todo, son solo diferencias en quienes te agradan y a quienes deseas tocar y besar.
    
    En la clase de deportes me agradaba ver a mis compañeros semidesnudos, como todos empezábamos a desarrollarnos la mayoría mostraba sus cuerpos como queriendo presumir que sus paquetes eran más impresionantes que los de otros, en ocasiones me excitaba con algunos de sus morbosos comentarios, o cuando se tocaban, o cuando sus atributos se escapan por su ropa interior, yo no soy muy afeminado pero algunos hombres tienen ese sentido para detectar a aquellos que son homosexuales, en ocasiones me permitían tocarlos sobre lo ropa de una forma muy suave y sutil como si fuese un pequeño accidente, era mas delicioso que si los tocara completamente desnudos, claro que yo no admitía que me gustaba, ni ellos que lo hacían con el fin de seducirme de una manera al muy estilo de un adolescente.
    
    Mi vida transcurría normal, me agradaban algunos chavos, la mayoría heterosexuales, por supuesto que les arrojaba miradas llenas de indirectas muy directas para ver si alguno caía, de hecho recordando bien hubo una ocasión, en el supermercado, llevaba unos ...
    ... shorts por el calor y una playera que marcaba bien mis músculos, no hago mucho ejercicio pero gracias a la herencia de mi padre tengo un buen cuerpo, me gusta dejar mi cabello corto, siempre afeitado, además de una barba tipo candado muy fina, no soy muy vanidoso por eso es que no me saco las cejas y esas cosas, total que esa tarde iba dispuesto a comprar una caja de cereal y leche para el desayuno del día siguiente por eso de que cuando vives solo no tienes nada en la alacena, comes en la calle y cocinas lo básico con lo que todo hombre sobreviviría si desaparecieran las mujeres del planeta, cuando me presente en caja para pagar después de acomodar la leche voltee a ver al cajero, era un chavo precioso, con los ojos mas penetrantes que hasta entonces había visto, inspeccione sus labios a distancia queriendo recorrerlos con mis dedos, emanaba una inocencia, de esa que a mi me fascina, llevaba un perfume exquisito, no se si era artificial o era totalmente suyo, cuando acomode el cereal me sonrió de una forma que me enloqueció, me dio las buenas tardes, de una forma tímida, como apenado, yo estaba algo nervioso y lo único que se me ocurrió para ganarle un poco más de tiempo fue tomar goma de mascar y agregarla a mi lista de mandado.
    
    _Son 135 pesos_ Me lo dijo según yo como queriendo continuar conmigo.
    
    Rápidamente saqué mi cartera, no quería que pensara que era tonto o algo por el estilo, tome mi tarjeta y una identificación y se las entregue, tal vez suene tonto, no se si ...
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