Labios húmedos
Fecha: 03/01/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tu lo hayas hecho alguna vez, pero aproveche para tocarle su mano, era muy suave, sentí cosquillas, sabía que eso no era amor a primera vista, pero si era atracción a primera vista, y muy intensa.
Pasó varias veces la tarjeta por el aparato y le pregunte si había algún problema.
_Jonathan_ me dijo_ tu tarjeta no tiene fondos suficientes.
Puso rostro de apenado, que por cierto también era bastante exquisito, el problema fui yo que me puse de mil colores, estaba ante el chavo de mis sueños y con la tarjeta mas inútil que pudiese existir.
Seguramente el se dio cuenta de la pena que me invadió en ese momento.
_ Hagamos algo_ dijo casi tartamudeando y viéndome directo a los ojos_ te presto el dinero y en cuanto lo tengas me lo pagas.
_A gracias_ pensé que era un gesto de amabilidad y de confianza_ mañana o pasado regreso y te entrego el dinero.
Me devolvió la tarjeta, y salí casi corriendo como si fuera un ladrón, al llegar a mi departamento me di cuenta que ni siquiera le había preguntado su nombre, pensé, se lo preguntaré la próxima vez que vaya, después de que transferí algo de dinero a mis cuentas y con ansias de volverlo a ver regrese para pagarle, mi sorpresa fue que ya no estaba, me dio un poco de tristeza, le pregunte al actual cajero sobre él, me comentó que Alejandro fue quien atendió el lugar el Miércoles precisamente el día en el que fui, me dijo que el era el hijo del dueño del supermercado y que le pareció muy extraño que el atendiera la caja, de ...
... hecho solo lo hizo por quince minutos, y había cerrado las otras tres cajas, de tal manera que si alguien quería pagar tenía que ser a él.
Conocí a un chavo lindo, y pues ni modo, sabía que no lo volvería a ver, regresé a mi depa, y empezó a excitarme la idea de haber estado una noche con Alejandro, hasta su nombre me gustaba, empecé a tocarme primero sobre el pantalón recordando cuando rozaba los cuerpos de mis amigos, la mayoría de ellos bien dotados, mi pene estaba a mil, me sentía realmente caliente, me estuve masturbando rico y lento, pensando que las que me tocaban eran las manos suaves de aquel adonis, la idea de verlo desnudo y morder su cuello, sus labios, de poder recorrer su espalda con mis dedos, de acariciarlo, de decirle cosas al oído, de besarlo hasta cansarme, era deseo total, jalaba mi verga con más fuerza y rapidez; escuché un sonido raro el cual provenía de la cocina, metí la verga rápido en mis boxer aunque no fue tan sencillo por que aun estaba algo dura, me levanté rápido los pantalones y salí muy sigilosamente tomando un bat que tenía en mi cuarto, cual fue mi sorpresa, era Alejandro probando mi cereal, esta sentado en la única silla que tenía, me vio y fue como si no me hubiera visto.
_Como llegaste, hasta aquí_ le pregunté sorprendido.
No me respondió simplemente se acercó a mi, posó sus manos en mi rostro esas manos que me enloquecen y que solo había tenido una oportunidad de tocarlas ahora estaban sobre mi rostro, me besó, de una forma que ...