La menos pensada 2 - Relatos Eróticos

La menos pensada 2

¡Esta piba de mierda sí que me cagó la vida! Y yo caí como un pelotudo. 
Tengo que inventar algo para que se saque el gusto pero con otro. Lo primero que me vino a la mente fueron mis hijos, naturalmente. Tengo dos, uno de 21 y el otro de 25. Seguramente que le va a gustar uno u otro, o los dos. Tan calentona que es, no le va a dar asco, ni con uno, ni con otro… o con los dos.
Como sabía que Adriana era muy desconfiada de los amistades de Kirky y estaba siempre encima, con quien iba, con quien salía, que hacía, donde iba, quien es fulano o fulana, quien mengano. Realmente la perseguía, ¡la tenía podrida! Creo que eso fue causa de su calentura conmigo. ¡Quería castigar a su mamá!
Como al pasar, le dije a Adriana que podríamos salir, ir al cine, al teatro, o a cenar, con Kirky…, y tal vez podría decirle a uno de mis hijos. Por mi lado sabía que no iba a ver problemas. Cuando les muestre una foto de Kirky, aceptarían encantados, aunque sabrían que no podrían hacerse los locos, siendo ella la hija de la mujer con la que yo convivía. Pero ya veremos.
Y así fue. Fuimos con Lucho, el menor, de 21, algo que estoy seguro a la nena le iba encantar, dado que era un “grande”, le lleva más de 5 años. Fuimos al cine y luego a cenar. Los chicos se llevaron muy bien desde el primer momento. Mi hijo lo había dicho en mí oído: “es un bombón”.
Y me pareció, por la actitud de Adriana, que Kirky le debe haber dicho algo parecido. Digo por la actitud de Adriana: trataba por  todos los ...

... medios impedir que estén solos, aunque más no sea que caminen atrás nuestro. En algún momento le tuve que decir a Adriana que no sea tan pesada con la nena, que la deje vivir un poco… Ella me dijo: “después te cuento”.
Al final la noche fue muy grata. Adriana la dejó un poco en paz. Kirky y Lucho hicieron muy buenas migas. Se veía que estaban a gusto juntos. No había roce o toqueteos, pero a veces yo pispiaba que se tomaban de las manos. ¡Bueno, eso era algo!
Llevamos a Lucho a su casa –o sea la mía-, y retornamos a la casa de Adriana, donde vivía yo. No sé si se entiende este galimatías. 
Nos fuimos a dormir. Kirky parecía estar contenta, Adriana calmada y yo expectante.
-Bueno ¿qué me ibas a contar?- Nos estábamos acostando. Yo, como siempre, esperaba una gran sección de sexo con Adri, pero le hice la pregunta para no quedarme con la incógnita.
Desnudos, pusimos un par de almohadas en la cabecera y nos apoyamos. 
-Es así. Kirky nació cuando yo tenía 15, lo que tiene ella. ¡Eso me cagó la vida! ¡Me perdí toda mi juventud! El papá, mi novio, solo 3 años mayor, fue muy comprensivo. Decidimos tenerla, y nos casamos. El abandonó sus estudios para trabajar como 20 horas por día. Yo terminé el secundario a los ponchos, pero perdí dos años antes de entrar a la facu. En resumen, prácticamente se nos fue 5 años de nuestra vida. ¡No quiero que a Kirky le pase lo mismo!
-Pero… decile como son las cosas, como tiene que cuidarse, todas las prevenciones a tomar…, los condones, las ...