Los blanquísimos jamones 2
Fecha: 05/02/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... verla, como se ocupaba de la recuperación de mi pene, solamente por eso, aumentó mi calentura por mil, y rápidamente se me fue poniendo morcillón y en poco menos de tres minutos el choto estaba totalmente erecto. Araceli no había sacado su vista de la pija. Parecía maravillada por cómo había logrado rápidamente mi empalada.
-¿Viste? ¿Qué tal? ¡Te puse al palo en un minuto!
-iUn placer!
Seguía con la mirada encandilada. En el glande estaba apareciendo el líquido preseminal. Instintivamente, Araceli abrió levemente su boca y la lengua estaba apoyada en su labio inferior… Lentamente se fue inclinando hasta lamer el glande, saboreando la humedad. Abrió más la boca, más sacó la lengua, y más se agachó. ¡La pija entró casi totalmente a su boca, y sentí como me acariciaba con su lengua y sus labios!
-¡Esperá, esperá, no quiero que me hagas acabar! ¡Quiero “medirte el aceite” nuevamente!
-Nnnnnnmmmmm… noooo… te preocummm… pes… ummm. – Araceli trataba de hablar sin sacarse la pija de la boca.
-¡Pará, pará, en serio, por favor!
-¡Jajajaja! ¿Viste que rápido te puse en estado? ¡Jajaja! - La retiró de la boca. ¡Menos mal!
-¡Ahora me toca a mí!
-¿Me subo sobre vos?
-No. Acostate, así de espaldas. Muy bien.
Fui hacia sus piernas, me arrodillé entre ellas y me agaché. La nena se sorprendió.
-¡Eh! ¿Qué?
Estaban mis labios besando los suyos, y llegué a su clítoris. Lo apreté con mis labios, tirando un ...
... poquito.
-¡Oooohhhhh!
Lo lamí hacia un lado, hacia otro, hacia arriba, hacia ab… No tuve más tiempo. Se electrificó, se apoyó en los talones, se arqueó y mi boca se inundó con sus flujos.
-¡Riquísimo! ¡Parece vainilla!
-¡Hay, Dios, que hermosura! ¡¿Cómo lo hacés tan bien?!
Ahora sí, me acosté boca arriba, y la nena rápidamente se subió sobre mí. Apoyándose con sus brazos sobre mi pecho, buscó, moviendo las caderas, hasta ubicar la pija en la entrada “correcta”. Y se fue sentando lentamente hasta llegar al fondo. Puse mis manos en sus tetas acariciando sus pezones. Comenzó a cabalgar tomando velocidad poco a poco.
-¡Aaaahhhhh! – Llegó el primer orgasmo, y siguió cabalgando.
Me daba cuenta, cuando se detenía y se apretaba contra mí, cerraba los ojos… y venía el orgasmo.
-¡Tesoro, tesoro, sos lo mejor!
-¡Nena! Antes de acabar quiero masturbarme con tus tetas.
-¡Dale! ¡Sí! ¡Me gustaría!
Se levantó, chorreando flujos sobre mi ingle. Se acostó. Fui sobre ella y me senté apoyándome sobre las rodillas. Puse el choto entre sus tetas. Ella se las agarró dándome una paja maravillosa. Cada vez que el glande llegaba a su pera, Araceli entreabría la boca.
-¡Me vieeene! ¡Me vienene me vieeeneeee!!!!
Me corrí hacia arriba. Instintivamente la nena abrió la boca y todo fue hacia adentro. Todos los chorros quedaron en su boca. La lengua saboreaba sus labios y su garganta hizo el común movimiento de tragar.
-¡Uuumm… es riquísima tu lechita…!