-
Estrella estrellada
Fecha: 08/02/2021, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: Mastergdl, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... que me dijo al oído mientras los jalaba hacia un lado dejándome totalmente descubierto y a su merced. La sentí. La sentí totalmente caliente. La sentí como un hierro en la forja. La sentí preparándose y posicionándose para acometerme. La sentí en la mera entrada siendo dirigida hábilmente por su mano. Me punteo. Me rozo haciéndome saber que seguía a continuación. Y después. DESESPERACION simple y llana desesperación. Así. En un solo movimiento. EN un solo acto. EN un solo segundo. Así de fácil perdí mi virginidad ese día por andar tonteando y tratar de conseguir seguidores en las redes sociales. El dolor fue agudo y total. Una ola de dolor baño todo mi cuerpo en un instante. Mi boca se abrió, pero no dejo escapar sonido alguno. Cansada ya de berrear tras las fuertes nalgadas recibidas mi garganta se resistió a quejarse. Tan solo mis cuerdas vocales se rasparon estrepitosamente provocándose un doloroso pero silencioso daño. Mi cuerpo se tenso por completo. En un vano intento de escapar medio patalee mientras aquel trabuco se apoderaba de mi totalmente. En su esfuerzo por poseerme Ramiro proyecto sus fuertes y gruesos huesos pélvicos sosteniéndome por completo mientras mi brazo libre manoteaba desesperadamente y mis piernas libres sin suelo que les estorbara se tensaban como cuerda de violín tratando de deshacerse de aquella horrible sensación de sometimiento total. ¿MI culito? Mi anito grito desesperadamente tratando de ...
... expulsar al invasor sin conseguirlo. Punzó. Me avisó de su presencia. Me gritaba desesperado que le ayudara. Sus vanas exigencias fueron ahogadas sin reserva. La dura piedra del lavábamos se me incrustaba en los muslos y estomago impidiéndome desmayarme y devolviéndome a la cruel realidad de lo que me sucedía en ese momento. EL maldito Ramiro no contento con su fechoría me soltó un instante tan solo para con sus callosas manos jalar mis nalgas hacia los lados exponiendo por completo mi agujero y acometer su grueso tronco unos milímetros más poseyéndome por completo. EL brazo con el cual me había tenido apalancado tanto tiempo estaba tan muerto como mi alma. Dejo de pertenecerme y Ramiro con desmedida gracia tomo mi otro brazo aplicándome la misma suerte. Con la mano que le quedaba libre volvió a halar mi pelo haciéndome levantar la cabeza y ser testigo de mi sacrificio. ¡Ahí! Ante mí. Enmarcado en el espejo individual podía yo ver claramente su cara de odio exactamente enmarcada junto a la mía. Mi cara. Una cara lloriqueante. Una cara disminuida. Una cara que no me pertenecía y que precisamente no era ya mi cara. Una cara roja con ojos hinchados de tanto llorar en tan corto tiempo. Una cara llena de mocos de un chiquillo mocoso y llorón. Una cara descompuesta. Una cara que no le pertenecía al hombre que había sido hasta ese momento. Aun así, pude apreciar como mi cara cambio cuando Ramiro sin compasión alguna me barreno totalmente. Sentí como si una ...