-
Estrella estrellada
Fecha: 08/02/2021, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: Mastergdl, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... aplanadora me cayera encima. Sentí todos y cada uno de sus kilos aplastarme con varonil fuerza total. Ramiro me acometió mil veces por segundo. Mi flor se abrió para el por completo. Las punzadas de auxilio que mi culito me mandaba y que en un momento al abrirme por primera vez podía claramente sentir se concentraron un mar de angustiosa sensación que acribillaba mi cerebro indistintamente. Lo peor de todo ese doloroso momento era la angustia y la humillación interior. Ramiro clavaba su pene dentro de mí, pero al mismo tiempo clavaba su mirada en mi alma devastada. Ni por un segundo dejo de mirarme. Se sabia dueño absoluto y su cuerpo trabajaba en automático. Sin pestañear constantemente me reiteraba en absoluto silencio: -Mírame. -Mírate - ¡Mira donde estas! - ¡Mira cómo te tengo! - ¡¡ERES MIO!! - De ahora en adelante ¡¡Me perteneces!! Me faltaba el aire. Su presencia tanto física como mental me asfixiaban. Me sentía morir. El ardor de mi trasero se multiplicaba un millón de veces cuando su piel se frotaba contra mis castigadas nalguitas, las cuales tenía ya al rojo vivo. El tronco de Ramiro se cimbro escupiendo su veneno dentro de mí. Con un animalesco alarido y sin importarle quien le oyera, Ramiro consumo su fechoría. Adentro de mi quedaron sepultados esos hijos suyos que jamás nacerían. Y simplemente tal y como entro salió de mi ser en ese momento. Esta vez fui yo quien grito al dejarme ese hueco literal en mis entrañas. Debo ...
... confesar que su retirada me provoco un dolor tanto físico como mental. Era como si se hubiese adueñado de una parte de mi y ahora me dejara un gran vacío difícil si no imposible de llenar nuevamente. Se retiro de mi y con una profunda mirada de desprecio me aventó a los perros. - ¡Toda suya! – les dijo. Tal y como si se tratara de una manada de chacales tanto Neto como Chava se me echaron encima. Se fueron sobre de mi o mejor dicho sobre mi cuerpo. Sus cuatro manos me apresaron. Sus cuatro manos me recorrieron. Pero aquellas no fueron remotamente caricias. Eran garras desgarrándome. Apretujándome. Sin ninguna distinción me recorrían apretando mis carnes. Pellizcándome. Azotándome y haciéndome saltar. Me tiraron al suelo y se tiraron sobre mí. Me mordisqueaban salvajemente mi cuerpo y se ensañaron con mis incipientes chichitas. Mis pezones fueron castigados a mordiscones. - ¿Quieres ser vieja? ¿Quieres ser vieja? – repetían una y otra vez mientras me acometían. -Esta nomás la traes de adorno. - me dijo uno al momento de tomar mi verguita achicada por el miedo y retorcérmela como si fuera un juguete de plástico. Chava fue el primero de los dos. Tomo mis tobillos y apartándolos lo mas que pudo me abrió en canal con su obscura pero cabezona verga que entro como cuchillo en mantequilla. A pesar de, o tal vez consecuencia de, mi culo me dolía sobremanera. No lo disfrute. Solo lo sentía adentro de mi pero extrañamente no sentí lo que Ramiro me hizo ...