Mi mejor amante. - Relatos Eróticos

Mi mejor amante.

Me puse mi blusa que utilizaba para dormir, blusa de algodón blanca, de tirantes de hilo, al frente el busto en triangulo y bastante suelta y llegaba hasta media pompa, apenas y cubría mi tanga, me desmaquille y me dirigía al baño cuando al pasar por la recamara de mi hermano de 14 años, vi que estaba viendo películas porno, el estaba sentado en la cama con las manos entre las piernas y observe el movimiento clásico de que se estaba masturbando, me causo ternura, morbo, curiosidad y entre a su recamara sin hacer ruido, vi que tenia su verga fuera de su short y la acariciaba suavemente, sin pensarlo me acerque mas.

- Déjame ayudarte – le dije al momento que me sentaba a su lado.

- ¿¡Que haces!? – me dijo sorprendido - sal de mi recamara. – al momento que se subía el short y tapaba su verga.

- Creo que va a ser mejor si te ayudo – le dije al momento que mi mano se posaba sobre su verga cubierta con el short y la acaricié con ternura.

- ¿Qué haces Mily? – Su voz sonó entrecortada por un suspiro.

- Ayudarte en lo que estás haciendo. – le dije con voz melosa mientras mi mano la deslizaba por debajo del short y agarraba la dura verga de mi hermano.

Saque su verga del short y comencé a acariciarla suavemente, pero casi no podía acariciar sus testículos, el short era un estorbo, por lo cual, decidí quitárselo y lo empuje recostándolo sobre la cama, con las dos manos acariciaba su verga y testículos, su respiración era agitada, estaba súper excitado al igual que ...

... yo, sin poder contenerme me incline para besar y lamer un poco esa tremenda verga de mi hermano, pero mi cabello cubrió todo el escenario.

- Quiero ver como lo haces – me dijo apenas en un susurro.

Era justo y eso lo excitaría mas, ver como su verga se perdía dentro de mi boca, así que separe sus piernas me coloque hincada entre ellas, el no dejaba de verme, así que decidí darle mas que ver y me quite la blusa dejando que viera mi senos, acerque mi cara a su verga, saque mi lengua y comencé a lamer su gran verga deslizando mi lengua hasta los testículos una y otras vez, siempre viéndolo a los ojos y disfrutando su cara de placer he incredulidad a lo que estaba sucediendo, subí hasta su glande y me fui metiendo su verga poco a poco al momento que mi lengua daba círculos en su glande, entró y entró en mi boca hasta llegar a la base y de regreso una y otras vez, la emoción de mi hermano hiso que un chorro de leche caliente me llenara la boca, yo me apure a tragarme lo mas que pude y lo que quedó sobre su pene lo lamí limpiándoselo por completo.

- ¡¡¡Aaahhhh!!!... fue fantástico, estupendo, genial. – Me dijo emocionado.

- ¡Ya vez!, que fue mejor que yo te ayudara. – Le dije con voz picara.

Me pare y fui al baño a lavarme la boca, él fue detrás de mí, solo traía puesta mi diminuta tanga y mientras estaba empinada en el lavabo me abrazó por la espalda, sentí su verga semiflácida en mis nalgas y sus manos se apoderaron de mis tetas.

- ¡Aahh!, suave, acaricia, no ...