Mi mejor amante. - Relatos Eróticos

Mi mejor amante.

... aprietes – le dije mientras ponía mis manos sobre las de él que me acariciaban mis tetas.

- Tienes unos lindos senos. – me dijo susurrándome al oído, eso me prendió mas.

Me giro quedando de frente a él y me chupo mis tetas, las lamia y acariciaba, succionaba mis pezones y los mordisqueaba suavemente, mientras sus manos acariciaban mis senos, mi espalda, mis nalgas, con gran ansiedad.

- Vamos a tu recamara – le dije.

Al llagar, me tumbe sobre la cama, él se aventó sobre de mi, para seguir chupándome mis tetas, pero sintió que yo tenía las piernas abiertas y sus besos, lamidas y caricias fueron acercándose a mi cintura, sus manos se toparon con mi tanga que comenzó a deslizarla hasta que me la quito, ya estaba completamente desnuda, se detuvo un instante para contemplarme desnuda.

- ¡Que linda eres Mily! – me chupó nuevamente mis senos y su mano fue a mi vagina.

- Aquí, aquí… este es mi clítoris, ¿Lo sientes? – el asintió con la cabeza – aquí acarícialo en círculos… - le dije - ¡Aahh! Así, así, ¡que rico¡. – Ya estaba yo bien caliente. No supe cuando, solo sentí que su lengua sustituía a sus dedos.

- ¡¡Aaahhhuuuggg!!! – Mis manos apretaron su cabeza hacia mi vagina - ¡¡¡Que rico!!!, ¡¡AAhhuugg!! – había tenido un orgasmo fantástico.

Él se hincó en la cama y dirigió su pene hacia mi vagina, listo para penetrarme, eso me asustó, le agarre su verga y le dije…

- No, no… solo tállamela, solo talladita.

Yo tenía 19 años, obviamente no era virgen, ya ...

... tenía a 4 o 5 novios de experiencia, pero ser penetrada por mi hermano, era otra cosa. Así que le sujete su verga y la restregué en mi vagina.

- ¡Aahh!, se siente rico – expreso mi hermano.

Le retire y me hinque en la cama igual que él, le di la espalda y metiendo mi mano entre mis piernas, busque su verga, él se pegó a mi y con mi mano oprimiendo su verga sobre mi vagina comenzó a restregarla como si me estuviera penetrando, él con una mano sobre mi estomago y la otra en mis tetas.

- ¡Ahja!, ¡Ahja!, ¡Ahja!, ¡Ahja! – yo gemía como si la tuviera adentro, el placer era intenso. - ¡Aahhuugg!, ¡ya!, ¡ya!. – tuve otro orgasmo delicioso.

Hice que se acostara boca arriba, vi su verga bien dura que brillaba toda mojada por mi jugos de dos maravillosos orgasmos, me senté sobre él, con mis piernas dobladas a sus costados, coloque su verga sobre si vientre y abrí mis labios vaginales con mis manos y me deje caer sobre esa gran verga, comenzando a cabalgar como si la tuviera adentro, la restregaba en toda mi vagina, él acariciaba mis tetas, era el frenesí total, incline mi cuerpo sobre el suyo apoyando mis manos a los lados de su cabeza, él aprovecho la cercanía de mis senos para darles unos mordiscos, mis caderas se movían intensamente, mis gemidos eran de placer, cuando de repente.

- ¡Auch! – Los dos nos quedamos quietos, su verga me había penetrado de un solo empellón.

Me moví, tratando de sacarla lentamente, pero él me detuvo, tomándome de la cadera y sentí como empujó ...