Tatoo y algo más
Fecha: 05/07/2017,
Categorías:
Voyerismo
Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos
... labios y se masturbó con frenesí, el espeso líquido blanco brotó a chorros sobre el rostro de mi mujer, fue excitante ver cómo fue por su nariz, por su mejilla, por su cara, como ella infructuosamente trataba de captar algo, de llevarlo a su boca, se saborearlo, pero él se lo impedía, apenas unas gotas llegaron a sus labios y ella las saboreaba como agua en el desierto…
Cuando terminó, él la soltó con una tanto de desprecio y le dijo
Siempre la misma puta… ahora chupate toda esa leche y tragátela… puta…
Y vos… -dirigiéndose a mi- dale… quiero ver como cogen…
Era raro, pero el daba órdenes y nosotros cumplíamos, acaso no debía ser al revés?
Mariana estaba enloquecida, me desnudé y fui sobre la cama, ella también se había desnudado y vino sobre mí, fue explosivo, ella empezó a cabalgarme, sus caderas saltaban sobre mi comiéndose toda mi verga, estaba extasiado y ella aún más, saber que en nuestro propio dormitorio un extraño nos observaba mientras nosotros cogíamos era algo para lo que no estaba preparado.
Mi cabeza funcionaba a miles de revoluciones, miraba el rostro de mi esposa, el semen chorreado se había secado sobre su mejilla derecha, acerqué su rostro al mío, sus jadeos me excitaron, su aliento me recordó la verga del tatuador, la besé con locura, sentí un amargor especial, producto del semen que había ingerido, no entendía el motivo, pero todo esto me enloquecía…
Alfonso volvió a hablar, nos pidió un minuto, se acomodó por detrás de mi esposa, ...
... apretó sus caderas, por Dios… sentí sobre mi pija como la suya se metía lentamente en el culo de mi mujer, el rostro de mi hermosa Mariana se desencajaba, sus ojos cerrados, sus dientes superiores se habían montado sobre su labio inferior, tratando de acallar, pero un excitante quejido escapaba de entre sus labios, me quedé inmóvil, desde abajo mucho no podía hacer…
Mi verga dura estaba en su concha, por el otro lado sentía ya como la pija de Alfonso entraba y salía del culo de mi mujer, ella gemía en cada embate, su mano contra mi pubis acariciaba su clítoris regalándome interminables orgasmos, y las palabras de ese tipo que llenaban mis oídos
Que puta que sos… como te gusta la verga… nunca vas a cambiar…
Como siempre el parecía tener todo bajo control, se retiró unos minutos, le pidió a ella que tomara mi verga y la metiera en su culo, necesitaba ver como yo se la daba por el culo.
Mariana obedeció, y siguió cabalgándome, solo que ahora mi verga estaba en el otro agujero…
Fue entonces cuando el tipo puro huesos volvió a la carga, otra vez las manos presionando las caderas de mi esposa, y noté que intentaba meterle la verga en el culo, solo que ahí estaba la mía, intenté impedirlo, pobre culito de mi amada, pero entonces ella por primera vez, tomando la iniciativa, me dijo
No! déjalo… quiero tener las dos en mi culo…
Me quedé observándola sin entender, mientras sentía a nuestro amigo forzar la entrada trasera una vez más…
Como decirlo? Luego de varios ...