Tatoo y algo más
Fecha: 05/07/2017,
Categorías:
Voyerismo
Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos
Ya pasó algún tiempo de esta parte de mi vida, parte que les narraré a continuación.
Tenía poco más de treinta cuando la conocí, llevaba más de siete años de matrimonio con Laura, mi primera esposa, trabajaba en ese entonces como inspector de seguros de automóviles, intervenía en esos siniestros viales, accidentes de tránsito en los que había que litigar, donde me tocaba hacer peritajes para aportar ante los juzgados correspondientes.
Mi vida era vivir en la calle, la compañía de seguros me mandaba a recorrer la ciudad y los pueblos de alrededor, aunque era todo un tanto repetitivo a mí me gustaba mi trabajo, siempre era conocer gente y nuevos desafíos a resolver.
Fue a fines de abril, lo que en principio era un trámite más dentro de tantos, terminó cambiando mi vida.
Mariana Domenech, ese es su nombre, en ese momento era un nombre más en mi itinerario, había chocado con su motocicleta y el caso no pintaba bien.
Fui a su casa a interiorizarme de lo sucedido, ella me recibió con un poco de dificultad, puesto que en ese momento se desplazaba con un par de muletas, su pierna derecha lucía un yeso hasta la rodilla, producto de una fractura producto del impacto.
Y por alguna razón intangible, la señorita Domenech llamó mi atención, mientras tomaba toda la declaración y me narraba lo sucedido, iba fotografiando en mi mente la figura de esa mujer, en verdad no era muy bonita, se notaba un tanto rellenita, bastante ajustada en una blusa verde, donde se marcaba ...
... en demasía el sostén conteniendo sus pequeños pechos, también noté que su amplia pollera negra trataba de disimular sus anchas caderas y su generoso trasero, más allá de la media.
Su rostro no expresaba demasiado, de tez morena, cara oval y ojos oscuros, enmarcados en gruesas cejas que junto a su lacio y renegrido cabello era lo que más me llamaba la atención.
Pero si bien su físico me atraía, creo que vi en ella algo que llamó más mi atención, Mariana se notaba extrovertida, una mujer de tomar decisiones, como un vendaval que arrasa todo a su paso. La piel que estaba desnuda ante mis ojos dejaba ver incontables tatuajes, y sus orejas varias perforaciones adornadas con aros brillantes, sin dudas, una personalidad no común.
Y ese primer encuentro abrió la puerta para una segunda consulta y en algún punto perdimos el control y todo cambió…
De la nada empezamos a ser amantes, terminamos en la cama, Mariana era fuego, era una ninfómana que solo quería que la cogiera, me llevó al borde de la locura.
En algún momento solo quería coger con Mariana, perdí el interés en mi esposa, empecé a odiar a Laura, porque todo el mundo de mi amante parecía ser perfecto y todo lo relacionado a mi esposa se me hacía tedioso al extremo.
Dejé a una para ir a vivir con la otra…
En poco tiempo, pasamos por el civil, ahora estaba con la señora Mariana Noelia Domenech de Ramírez, y en esos primeros años tendría el mejor sexo de mi vida, ella era en la cama todo lo puta que puedan ...