La terraza del bar
Fecha: 06/01/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Josecuck, Fuente: CuentoRelatos
... su acompañante también alto y pelo castaño oscuro iba vestido con un polo y vaqueros de vestir, este era sin embargo de constitución más gruesa aunque fuerte también (se notaba que habían pasado el día de trabajo), tenían acento de otra ciudad pero también de Andalucía.
Se ve que al estar los dos solos les vino bien tener alguien con quien hablar y empezaron a charlar sobre el tiempo y cosas banales, hasta que el moreno le preguntó a “A” si le importaba que se sentaran en nuestra mesa y ella le dijo que por supuesto, aquello de que ni ellos ni mi pareja se dirigieran a mí también para preguntar me hizo sentirme algo ignorado pero me dio un puntito de una extraña excitación acumulada a la que ya llevaba.
Ya sentados en nuestra mesa apenas se dirigían a mí y entablaron un diálogo entre los tres, ellos le contaron que eran de Almería y que se encontraban de viaje de trabajo, que habían estado por toda Andalucía y que ya mañana iban para su casa, que se les había hecho tarde y aunque estaban cerca estaban cansados y habían decidido quedarse a disfrutar de esta ciudad y dormir aquí y mañana salir tranquilamente. “A” le preguntó a que se dedicaban y le dijeron que eran socios, sin dar más explicaciones. Había ido pasando el tiempo y ya llevábamos tres cervezas por lo que estábamos un pelín achispados. El más delgado dijo de tomar otra y ella le dijo que no le apetecía, entonces el llamó al camarero para pagar y “A” dijo que de ninguna manera y me dijo que pagara yo, entonces ...
... él dijo que si pagábamos nosotros ellos nos invitaban a una copa en su hotel, que tenía una cafetería muy agradable, miré a “A” y ella me asintió con la cabeza, entonces le pregunte que donde tenían el hotel y me contestó que casi al lado de donde estábamos.
Una vez llegamos a la cafetería del hotel nos sentamos en una mesa, pedimos una copa cada uno y esta vez el que era más castaño le dijo al camarero que se lo cargara a la habitación, continuamos con una charla muy agradable hasta que se hizo el típico silencio y el más moreno me dijo que suerte tenía de estar con una mujer tan simpática y más con lo guapa que era, que ellos llevaban más de una semana de viaje y echaban de menos a las suyas, entonces le conté que nosotros no vivíamos juntos y que aunque llevábamos muchos años sólo nos veíamos los fines de semana, a lo que él me dijo riendo que entonces se podía imaginar lo que habíamos hecho antes de salir, como yo estaba ya muy achispado no le mentí y le dije que la acababa de recoger y que aún no habíamos hecho nada.
Al decirle esto, en un tono que no era insultante pero si algo jocoso e irónico me dijo que vaya tío estaba hecho, mientras me dijo eso y de la forma más natural puso suavemente la mano sobre el muslo de “A” que estaba ya bastante bebida también, a lo cual ella hizo como si no se hubiese dado cuenta y continuó tan normal, yo me quedé mudo y noté como la polla me quería romper el pantalón sin saber cómo reaccionar a lo que estaba sucediendo, y continuó ...