1. Mi amigo y el verdulero juntos


    Fecha: 06/01/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... acomodaba y comenzaba a succionar y lamer semejante pedazo de verga, que empezó a aumentar de tamaño mientras ese tipo iniciaba un desenfrenado ritmo balanceando sus caderas.Mientras tanto, Eduardo subió a la cama detrás de Lorena y fue guiando la cabeza de su pija hacia los suaves y abiertos labios vaginales, inclinándose hacia adelante mientras la penetraba de una sola embestida.Mi esposa saltó hacia adelante como si quisiera escapar, pero entre ambos la sostuvieron y entonces los tres comenzaron esa sesión de sexo brutal que tanto ansiaba ella y tanto me preocupaba a mí.Yo miraba todo desde un rincón, con una erección muy dolorosa, pero sin animarme a masturbarme delante de estos dos monos desconsiderados…En pocos minutos Ana dejó escapar de su boca la tremenda verga de Sergio y se arqueó hacia atrás, lanzando un fuerte aullido de placer, anunciando que había alcanzado su primer orgasmo.El mecánico de repente se salió de esa delicada vagina, diciéndole a su amigo que "la putita" ya estaba bien abierta como para que la perforara sin dificultad con su enorme verga.El verdulero se acercó entonces a la espalda de Anita, mientras su socio se sentaba al borde de la cama a recuperar el aliento.Me acerqué a mirar la cola de mi esposa, encontrando que sus labios vaginales estaban muy dilatados y enrojecidos, chorreando la humedad de sus fluidos vaginales, ya que Eduardo no había llegado a acabarle adentro. El verdulero se puso en posición y tomó a Ana por los cabellos, mientras ...
    ... se inclinaba y le susurraba:“Por fin te voy a poder coger, nena, no sabes cómo esperaba este momento... quiero que grites mucho, que grites cómo te duele y cómo te gusta mi pija, entendiste…?Ana alcanzó apenas a asentir con la cabeza, mientras este bruto comenzó a embestirla brutalmente, clavándole la enorme verga hasta el fondo en un solo envión.Ana ni siquiera pudo moverse, pero lanzó un terrible alarido de dolor y desesperación al sentir que esa gigantesca pija la perforaba y dilataba mucho más de lo que Eduardo la había dejado.El tipo se quedó quieto unos instantes y se retiró suavemente, permitiendo que mi esposa se relajara por un momento, pero enseguida volvió a penetrarla, esta vez todavía con más potencia, haciéndola gritar y quejarse como nunca yo la había oído.La cogió con bastante brutalidad, sin hacer caso a las súplicas de mi esposa para que lo hiciera más despacio. Tardó varios minutos en acabar, mientras Anita seguía quejándose y gimiendo de dolor sin alcanzar ningún orgasmo.Cuando se salió de ella, Sergio sonrió satisfecho y me mostró su tremenda verga todavía erecta, cubierta por su propio semen y los fluidos de mi mujercita.Eduardo entonces le ordenó a Ana que fuera a limpiarse, así podía continuar gozándola. Pude ver que ella se tambaleaba y caminaba con cierta dificultad mientras se dirigía hacia el baño.Fui a asistirla y la encontré sentada en el bidet, disfrutando de un chorro de agua tibia en su dilatada y enrojecida vagina.Volvió a pedirme perdón como ...