Mi amigo y el verdulero juntos - Relatos Eróticos

Mi amigo y el verdulero juntos

... las veces anteriores, dijo que Sergio le había hecho doler muchísimo y no había gozado, pero la calentura la dominaba y quería que siguieran dominándola con humillación y cogiéndola de la misma manera toda la noche.Al salir del baño encontré a sus dos amantes en el salón, degustando unos tragos de mi whisky favorito.Eduardo sonrió sobradoramente como siempre y me dijo:Víctor querido: ahora le vamos a hacer la cola a tu mujercita, pero ya estoy aburrido de verte con esa cara de sufrimiento; es mejor que te quedes aquí abajo mientras nosotros nos dedicamos a romperle bien el culo a esa putita, que te parece…?Tenía razón, me senté y encendí el televisor, mientras Anita reaparecía radiante, el maquillaje retocado, completamente desnuda y caminando sobre esos increíbles zapatos de taco aguja.Eduardo le acarició la cola y ella ronroneó como una gata en celo.Sergio subió al dormitorio y ellos dos lo siguieron, no sin antes Anita besarme y susurrarme al oído que me amaba.Unos instantes después pude oír un desgarrador grito de dolor y me imaginé que el verdulero había estrenado el culo de mi esposa sin tener compasión ni delicadeza. Continuó gritando y gimiendo todo el tiempo, a veces llorando y jadeando, otras aullando a todo pulmón.Abajo me recosté en el sofá grande y estuve ...

... cerrando mis ojos de cansancio durante toda la noche; pero cada vez que despertaba sucedía lo mismo, oía a Anita gritar de dolor con todas sus fuerzas mientras nuestra cama chirriaba; indicando que esos dos brutos seguían turnándose para romperle el culo a mi esposa sin piedad.Cuando amanecía por fin bajaron los dos amigos, radiantes, relajados y ya vestidos para irse, muy satisfechos con la tremenda cogida que le habían dado a mi mujercita.Los despedí y subí rápidamente a ver a Ana. Estaba boca abajo en la cama; con los ojos cerrados. Tenía magullones y mordeduras en todo el cuerpo; su entrada anal completamente dilatada, inflamada y enrojecida, dejando salir todavía semen fresco a borbotones.En las sábanas pude ver algunas manchas de color rojo, señal de que esos dos brutos la habían desgarrado al sodomizarla de manera tan violenta.Realmente la habían destrozado, pero estoy seguro de que ella seguía encantada con toda esta situación. Le quité sus provocativos zapatos de taco aguja y las medias de nylon, la limpié lo mejor que pude, para luego arroparla y dejarla descansar.Bajé al salón a servirme algo de whisky, mientras pensaba qué pasaría en los próximos días; cuando Ana se recuperara y me dijera que quería ser dominada y humillada otra vez por alguno de estos brutos….