1. Madura con amante


    Fecha: 08/01/2018, Categorías: Confesiones Autor: madurita, Fuente: CuentoRelatos

    Estuve casada durante 24 años. Mi esposo o ex me dejó por una mujer más joven. La separación me afectó profundamente, a tal grado que tuve que tomar terapia más de dos años, pues la depresión se apoderó de mí. Esto sucedió cuando tenía 54 años cumplidos, ahora tengo 58. Mi ex tenía 50 cuando me dejó… por una de 43. Nunca pasó por mi mente una ruptura conyugal pues fui educada para que el matrimonio durará para toda la vida y con un único hombre. La terapia me ayudó mucho, poco a poco, con mucho esfuerzo y dolor, fui superando esta situación y entré en un proceso de cierre que contribuyó a que superara la separación de manera gradual, pero también me liberé de prejuicios y formas de ser. Tengo 2 hijos, los cuales ya se casaron. Vivo sola. Administro un negocio de ferretería, del cual soy dueña, en el lugar donde vivo.
    
    Hace menos de un año conocí a un cliente-proveedor-agente de ventas que llegó al negocio. Un hombre muy atento conmigo desde que lo conocí, pero… casado. Tiene 48 años. Poco a poco fuimos conociéndonos y establecimos una buena relación. Yo me sentía sola y esa fue una de las razones por las que acepté salir con él, aunque sabía desde un principio de su situación personal. La diferencia de edad no nos afectó, más bien al contrario. En la terapia me decían que era importante que yo también me ayudara y tomara decisiones. Me dio confianza cuando lo conocí, por el simple hecho de que me dijera sobre su situación de hombre casado, por lo que valoré su sinceridad ...
    ... y la verdad, después de analizarlo, no me importó, pues a mi edad no iba a encontrar a un soltero, tal vez viudo o divorciado… La conexión con este hombre fue desde un inicio. Y las cosas, poco a poco, empezaron a fluir, conociéndonos en diferentes órdenes. Como a los tres meses de conocernos me invitó a realizar un viaje a la Riviera Maya. Acepté con ciertas condiciones, ni me hice la fácil ni la difícil, y bueno, en ese viaje fue cuando por primer vez tuvimos relaciones sexuales. Antes, cuando nos estábamos conociéndonos, me lo insinuaba pero no lo aceptaba. No me sentía preparada. Quería que fuera poco a poco. Al principio me costó trabajo intimar con un hombre que no fuera mi marido, pues los valores tradicionales con que fui educada no se van tan fácilmente y aceptar estar con otro hombre, además de casado, provocó en mí resistencias mentales, culpas, no estaba del todo convencida; sin embargo, las fui superando y con ayuda de la terapia, como decía antes, sentí como me fui liberando de muchos prejuicios que me impedían tomar decisiones, aunque fueran contra la corriente de mi moral.
    
    La relación con este hombre me hizo renacer. Siempre me he cuidado mucho y ahora más, pues me siento ilusionada nuevamente. No represento la edad que tengo, todos me dicen que parezco como de cincuenta años o menos. Soy de un lugar que se llama Sahuayo, en el estado de Michoacán, en México. Es un lugar que tiene fama de mujeres muy guapas, y la verdad, no soy la excepción. Aunque hay de ...
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