Madura con amante
Fecha: 08/01/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: madurita, Fuente: CuentoRelatos
... bien, acepté sus caricias, a pesar de que me prometí que no me tocaría nunca más. Me sedujo como lo sabía hacer. Después de 24 años había toda una historia de intimidad a final de cuentas. Si me preguntan por qué acepté, no sabría decirlo y si me preguntan si disfrute, la respuesta es afirmativa, sí, disfruté estar nuevamente con el hombre del que me había enamorado de joven y que era el padre de mis hijos y que me conocía muy bien en la intimidad. Pero también pensé en mi amante en diferentes momentos. Algo nuevo para mí, pensar en otro hombre pero haciendo el amor con otro.
Cuando terminamos de tener relaciones esa noche, él se sentía orgulloso, pues me había logrado seducir y sobre todo me había hecho caer y disfrutar nuevamente con él, después de mucho tiempo, pues yo supe que me engañaba años antes de la separación y nunca permití que me volviera a tocar. Es decir, llevábamos años sin intimidad. Después de haber tenido relaciones me preguntó si me sentía sola, le dije que no. Preguntó si salía con otro hombre y le dije que sí. Desde ese momento sentí que no le gustó mi respuesta, pues como dije, yo soy una mujer educada de manera muy conservadora y a los hombres no les gusta, así somos las mujeres de esa región. Y los hombres creen que una mujer es solo para ellos y que le guardará luto por siempre. Bueno, después de que le dije que salía con un hombre me preguntó si ya había tenía tenido relaciones con él. Sabía a dónde quería llegar con esas preguntas y aproveché ...
... la situación. Era mi gran oportunidad. Le dije que sí, que ya habíamos tenido intimidad. Me preguntó si en la casa, le dije que no, que la primera vez fue en un viaje maravilloso que habíamos hecho al Caribe. Luego me preguntó que qué tal, que como me había ido, yo le respondí que muy bien, luego me preguntó si había disfrutado estar con un hombre diferente a él; y textualmente le dije “disfruté y disfruto mucho con él”. Sentí como le afectaban mis respuestas. Después me preguntó de plano si sexualmente disfrutaba más que con él, después de tantos años de casados, y a pesar de que esa noche me había llevado a un intenso orgasmo, le dije que sí, que disfrutaba más, que me había hecho descubrir cosas inimaginables, que era muy buen amante y que era joven. Le dije la edad y que había redescubierto mi sexualidad y sobre todo el erotismo a estas alturas de mi edad. No le dije que era casado. Sentí que no le gustó, pues se lo dije en una forma coqueta. Luego, con una sonrisa de oreja a oreja, me le acerqué al oído y le dije sin más: “además la tiene más grande que tú”. Me levanté de la cama desnuda para ir al baño y me puse mis tacones al propósito para que viera como me conservaba todavía muy bien y volteando a verlo le dije que cada día me cuidaba más, que estaba haciendo mucho ejercicio y cuidando mi alimentación. Al mirarme de arriba a abajo se centró en la parte media de mi cuerpo y me preguntó que por qué me había afeitado el pubis, si nunca lo había hecho; simplemente le ...