AL CUIDADO DE MIS LINDAS SOBRINITAS...
Fecha: 11/01/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: LOVERBKS, Fuente: SexoSinTabues
... sexo expuesto sobre mi piel. Sus brazos rodeaban mi cuello y su cara estaba muy cerca de la mía. Cerró los ojos e inconscientemente fue acercándose más y más a mi rostro, hasta que pude sentir su aliento en mis labios No pude evitarlo y le besé; ella respondió al beso inexpertamente, pero su boca sabia deliciosa. Metí mi lengua dentro suyo y busqué la de ella: pronto entendió el juego de esa caricia y respondió con pasión a ella. Mi pene estaba encendido y más duro que una piedra. Mientras le besaba podía sentir el contacto de sus nalgas de cuando en cuando en mi glande. Le tomé de las nalgas y le dirigí hacia mi pene. Inmediatamente sentí los fluidos de su sexo escurrir por mi miembro generosamente. Fui poco a poco relajando mis brazos y su cuerpo descendió lentamente. Se le escapó un Aaaahhh! apagado dentro de mi boca cuando mi pene penetró en su sexo. Sin pensarlo inició una serie de movimientos sobre mi miembro, sin dejar mi boca y apretándose en mi cuello. Escuchaba en mi boca los Uh! Uh! Uh! Ummh!! al moverse sobre mi dura verga. Así mojados como estábamos, aunque ya escurridos, me la llevé con mi pene dentro suyo, caminando, y ella sin soltar mi boca con sus labios, hasta el sofá de la pequeña estancia; un sofá grande de vinil muy acolchonado, que tengo, y que ya me ha servido con alguna de mis amigas para encuentros sexuales en otra ocasión. No fue difícil ponerme de rodillas sobre el sofá con ella encima mío, y luego depositarle sobre este, sin sacársela ...
... totalmente. En esa posición como estaba, con las piernas bien abiertas y al aire, inicié un mete y saca quedito, muy despacio, hasta que vi que sus ojos se hicieron chiquitos y brillantes. No gemía casi, pero su cara revelaba una tremenda excitación y placer. Así despacio como le estaba dando, poco a poco inicié a metérsela más cada embestida, despacito, pero cada vez más firme. Ni hizo siquiera una mueca cuando le metí todo mi pene. Era glorioso sentir como su sexo estrangulaba el tronco de mi pene en su base, y como llenaba yo cada espacio dentro de este. Me movía muy lento, disfrutando de los pliegues de su vagina ceñidos a mi miembro. Con mi dedo pulgar frotaba su pequeño clítoris suavemente y ella se volvía loca de placer. Sin movernos de posición y sin alterar mi ritmo lento, estuvimos así por casi 15 minutos, hasta que sus parpados comenzaron a temblar y sus ojos a ponerse blancos, y de su boca a escaparse solo un Uuummmhhh! largo tras otro, y unos segundos después sentí los espasmos de su sexo sobre el mío. Yo seguí dándole despacito, después de su orgasmo, hasta que ella me dijo: _ Tío me duele… Yo se le saqué y entonces si, vigorosamente me comencé a masturbar frente a ella, que me miraba con los ojos muy abiertos. En cuestión de dos minutos estaba a punto de venirme, caminé de rodillas hasta ponerme frente a su cara, y tomándole de su cabeza, la acerqué a mi pene. Segundos después eyaculaba abundantemente sobre su rostro, al tiempo que frotaba mi pene sobre su boca y sus ...