1. AL CUIDADO DE MIS LINDAS SOBRINITAS...


    Fecha: 11/01/2018, Categorías: Incesto Autor: LOVERBKS, Fuente: SexoSinTabues

    ... mirada tan cargada de lívido que tenía. Se giró de nuevo y caminó hacia mí sin dejar de observar mi pene. Tragó saliva y entró en la habitación. Se paró al pie de mi cama sin dejar de ver. Tomó una liga del cabello que hacia rato había dejado sobre mi tocador y procedió a hacerse una colita; todo sin dejar de ver mi pene. Supongo solo era una coartada por si despertaba y ella estaba en mi cuarto. Se quedó viéndome un largo rato, con la cabeza gacha y mordiéndose una uña, por el nervio supongo, y como tratando de ocultarse vanamente. Se quedó inmóvil mucho tiempo, nada más volteaba de cuando en cuando, temiendo la entrada de su hermana. La expresión de su rostro me tenía prendido. Nunca le había visto de esa forma a mi pequeña sobrina. Fue en ese momento en que me di cuenta de que era hermosa; medía aproximadamente un metro cincuenta, tenía ya paradito su trasero y sus caderas estaban ensanchándose. Sus bubis ya estaban creciditas y de una forma deliciosa. Me miró un rato amplia y libremente, hasta que sucedió algo que sinceramente no esperaba; lentamente fue bajando su mano hasta su entrepierna y se presionó su sexo levemente e hizo una mueca con su boca, señal de que sintió algo que tal vez nunca había experimentado. Vestía un pantalón de mezclilla deslavado y una blusita delgada de algodón rosita de tirantitos. Después de su sexo, recorrió su abdomen hacia arriba, y su cara cambió a una expresión de algo que quise adivinar como culpa. Mi pene estaba a tres cuartos de ...
    ... erección. De pronto ella se giró como para marcharse, y pude ver la culpa en su rostro ya marcada. Entonces casi sin querer moví mi pierna y ella se dio cuenta, buscó de nuevo mi entrepierna y volvió la expresión de lívido a su rostro. Se detuvo, esta vez mas cerca de mi, y de nuevo tomó la pose de inspección de mis partes, volvió a morderse nerviosamente la uña y su mirada denotaba lo que sentía por dentro. Siguió viéndome un rato, y yo sin perder detalle de su mirada que tanto me estaba excitando. Empecé a sentir como mi pene crecía a un ritmo muy elevado, sentí la tela de mi short recorrerse bajo mi glande hasta dejarlo descubierto, cosa que pude ver al volver mis ojos hacia abajo. Ella miraba morbosamente y su cara estaba alterada por la impresión; yo sentía mi pene palpitar y era evidente como temblaba ante cada latido de mi corazón. Ella no perdía detalle. De nuevo miró hacia afuera, y luego su mano fue otra vez derecho a su entrepierna. Se empezó a tocar por encima de los jeans; sus mejillas se enrojecieron al tiempo que presionaba con fuerza su sexo sin dejar de ver mi miembro. Respiraba atropelladamente con la boca abierta. Abría sus rodillas para facilitar sus toqueteos, hasta que un rato más tarde quitó su mano de su sexo y fue hacia arriba; para mi sorpresa, desabotonó su jean y metió su mano dentro de este. Cerraba los ojos a momentos mientras se tocaba, y al abrirlos buscaba mi pene con la vista; pequeños susurros y gemidos escapaban de su boca al tiempo que iba en ...
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