Una pequeña enfermera puta II
Fecha: 09/03/2021,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Gfe001, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... me acostó, empezó a darme suave por la panocha y poco a poco levanto una de mis piernas, mientras la besaba diciendo: Que pinches piernotas tiene mi putita, son tuyas papi respondí, para que me las abras, me puso de tijera y empezó a dedearme el culito, el muy cabròn lo hacía con mucha destreza, me fue preparando poco a poco, hasta que detuvo el ritmo y dijo: está listo tu ano, no me pregunto y me empezó a puntear, poco a poco, cuando entro un poco de cabeza, empuje mi culo y yo sola me lo partí, entro toda la rica cabeza y el empezó a moverse para que me entrara toda la vergota, me dio a placer, por unos minutos pero no aguanto el ritmo de mi culo, esa era mi destreza, vaciar vergas con mis nalgas, y el no fue la excepción, lo deje vaciar y descargar su verga, solo le pedí que no la sacara que dejara como se hacia menos gorda y ella sola se saliera.
Me complació y dejo el hueco en mi culo lleno de mocos, nos recostamos un rato y después se levantó a orinar, cuando, escuche mi nombre: Maguito, ven a hacer tu trabajo, me levante ...
... con pocas fuerzas por la tremenda culeada que me acababa de dar, fui y abrí mi boca para limpiar los restos de todo lo que tenía su verga, ese cabròn, me tenía a su merced y yo lo quería así, nos dimos un baño y nos dimos un faje bajo el agua, nos secamos y nos vestimos, ya uniformados, me dijo: Maguito putita, no te vas a ir así nada más, dame otra mamada, yo no me imaginaba que tuviera tantas ganas, así que me hinque y saque la verga de mi macho, empecé mi labor, primero parársela a ese hombre de 60 años lleno de leche, después de unos minutos, mi boquita recibió su premio, se los limpie tan bien que no quedo nada, le guarde la verga y después de acomodarla, le subí el cierre y cerré el pantalón, me saboreaba la leche, cuando me beso en la boca y me dijo, así será en nuestras guardias putita, y yo le dije, solo si me dejas mis moquitos en la ropa interior y me los das en la guardia.
Leo y yo cogimos hasta que se jubiló, y sigo pensando como ese hombre de 60 años tenía tanta energía y leche para esta pequeña enfermera putita.