1. Mi suegra y yo compartimos el dolor 2


    Fecha: 10/03/2021, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: Gonzalo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X



    Él estar echado juntos en la cama de mi suegra Gisela y en contacto con su rico y enorme culazo había hecho que mi verga estuviera con tremenda erección y estaba más que seguro que ella estaba que lo sentía muy bien y era porque por el calor de la noche yo solo usaba para dormir un polo y un short sin nada más y Gisela estaba en las misma condiciónes mía.
    
    Ya habían pasado diez meses que mi suegra y yo dormíamos solos en nuestras respectivas camas y sólo nos acompañaba en la noche la pena y los recuerdos, que ahora el tener un cuerpo bien pegado a  uno ya nos estaba calentando a los dos, luego de mi temor inicial de que pudiera reaccionar mal la señora Gisela al tener mi verga en medio de sus nalgas y pensar que me estaba aprovechando de ella, y me acomodé mejor cuando no me dijo nada y tiró para atrás su culo.
    
    No decíamos nada y dejamos que nuestros cuerpos se unieran y se sientan bien y así como habíamos compartido juntos la tristeza y el dolor todo este tiempo ahora era el libido , y lo entendió  al sentir la dureza de mi verga en sus nalgas la falta de Sonia a mi lado a ella le pasaba lo mismo ya extrañaba a don Pedro el sentir sus manos en su piel y empezó a moverse ahora   buscaba que calmara su falta de atención como mujer.
    
    Su enorme culazo se movía sólo por momentos como buscando que yo tomará la iniciativa y así lo hice con sutileza le fue bajando su short que usaba como pijama hasta llegar a sus rodillas.. ohh que provocativas nalgotas tenía la señora ...
    ... Gisela, liberé mi pene y lo subía y bajaba por toda la raya del culo.
    
    -! Mmm.. mm.. mm. ¡
    
    Era lo único que podía oír salir de sus labios, mi suegra siempre fue una mujer muy caliente con don Pedro y eso lo supe porqué me lo comfio una vez  entre copas su finado esposo pero siempre se  comportó muy decente conmigo, pero ahora muy diferente al estar solos en esa grande casa dejaba salir toda esa pasión que llevaba adentro, ahora ella puso su mano  atrás para poder agarrar mi pene y sentirlo entre sus dedos .
    
    Lo aprisionaba con fuerza notaba la diferencia de tener en su mano un pene de un hombre de 32 años con todo su potencia a diferencia de la de su marido de 65 años,  y con una voz muy débil me pidió que apagué la luz de la habitación aún tenía mucha vergüenza que la pudiera ver a los ojos, no tuvo que repetirlo de nuevo fui y apagué la iluminación y solo dejé la lámpara que estaba a un lado de su cama.
    
    Ella se volteó y buscó mi pene y empezó a darle de lenguazos al glande como si fuera una paleta y luego fue bajando por la verga y chupada mis testículos y volvia a subir y repetía esa acción varias veces la quise detener porque ya sentía que estaba por acabar era tanto el tiempo que no sentía tan rico pero ella no me dejó, estaba tan feliz que no quise llevarle la contraria y dejé que siguiera con la felación.
    
    -! Ohhh...mm.. yaaa.. me vengoo. ¡
    
    Su boca subía y bajaba por toda mi verga con una maestría que le daba sus 52 años que ya no pude aguantar más y le llené ...
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