1. Mi suegra y yo compartimos el dolor 2


    Fecha: 10/03/2021, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: Gonzalo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... la boca de mi suegra con bastante lefa que tenía acumulada durante todos estos meses en mis huevos y que  se lo trago por completo, luego se volteó ella me dio la espalda y se quedó muy quieta, cuando le tocó el hombro.
    
    -! Gonzalo creo que ya debes de irte a tu habitación y no preguntes nada más por favor.. ¡
    
    No podía dejar las cosas así y le dije que no se sintiera mal, que yo no la iba a juzgar sino al contrario estaba muy agradecido y que no la iba a dejar así a ella, que ahora me dejará a mi calmar ese volcán que tenía adentro. 
    
    -! Noo.. Gonzalo tengo muchísima vergüenza no sé qué me sucedió tú eres el marido de mi hija  y me dejé llevar por el momento pero al sentirte tan excitado y pudiendo estar en otro lugar estás conmigo apoyandome sólo quise calmarte un poco nada más ..¡
    
    -! Señora Gisela yo estoy acá a su lado y que no crea que lo hago de mala gana, ademas Sonia y don Pedro nos dejaron juntos y así nos hemos apoyado todo este tiempo de dolor su compañía también ha sido de mucha ayuda para mí.. ¡
    
    -! Gracias Gonzalo lo sé, como sé que sola no podría seguir en esta casa con tantos recuerdos, pero ahora  me siento muy mal con la memoria de mi hija.. ¡
    
    -! Gisela ellos siempre ...
    ... estarán en nuestros corazones su esposo y su hija, pero poco a poco tenemos que seguir viviendo no podemos seguir haciéndonos más daño y recuerde lo que dijo el doctor.. ¡
    
    Mientras le hablaba al oído mis manos recorrían su rico trasero y mi dedo índice le acariciaba sus labios vaginales sintiendo como la humedad iba en aumento, ella ya se encontraba muy caliente me hubiera sido muy fácil meterlo en  su vagina mi verga pero no tenía que devolverle el favor que mi suegra  había hecho, así que sin más preámbulos la levanté y la coloqué sobre mi, y comencé a devorar su sexo con muchísimo empeño haciendo que comience a gemir.
    
    -! Ahhh... mm... Gonzalooo.. noo.. ahh.. mm... ahh... ayy.. ayy.. ¡
    
    Cuando mi suegra sintió como mi lengua jugsbs con su clitoris dejó de quejarse y empezó a disfrutar y movía su pelvis estaba entregada ya por completo a mis caricias bucales que no demoró mucho en explotar y dio un grito muy fuerte que sus jugos por poco casi me ahogan.
    
    -! Ayyy...Gonzalooo..siii..ohh.. yaa Ohh... Dios. mm.. qué ricoo.. ¡
    
    La señora Gisela había aguantado al igual que yo todo este tiempo su caléntura y al fin había logrado desfogarlo y luego dejó caer su cuerpo en su cama. 
    
    (continuará..) 
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