1. El despertar


    Fecha: 11/03/2021, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Matías Ezequiel, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    El despertar. 
    
    Sentí la textura del jean al acariciarle la pierna y podía sentir como mi corazón se agitaba a mil por hora. Sabía que lo que estaba haciendo era algo prohibido y eso me ponía re caliente. 
    
    Este relato que escribo es acerca de una de las experiencias más calientes que me tocó pasar cuando era joven, a la edad de 16 años.
    
    Argentina, Córdoba. 24 de enero del año 2006. 
    
    Ese día me levanté temprano, como siempre en vacaciones: tratando de aprovechar los dos meses sin obligaciones en el colegio, además que en la casa de campo de mis abuelos se acostumbra a madrugar muy temprano. El olor a pan criollo tostado y mate cocido que recorre los pasillos de la casa invade las habitaciones y logra despertarme. 
    Miro a la cama del lado y mi hermano sigue durmiendo. 
    Cómo si no hubiese sentido el aroma entrando en la habitación. Las sábanas blancas con olor a naftalina cubren su cuerpo que se encuentra boca abajo disfrutando del placer de dormir. Mis pies tocan el suelo helado, y recorro los pasillos hacia el baño. Medio dormido y medio despierto cepillo mis dientes mojó mi cabello y me peino. 
    Buen día abuelo. 
    Dije al llegar a la cocina-comedor mientras cargaba una taza vacía para poder servirme el desayuno. Suspiro hondo, parece que hoy no va a haber pileta, las nubes y el olor agua anuncian lluvia. Enjuago mi taza y beso en la frente a mi abuela que con un pequeño velador sobre la mesada de la cocina Lee la Biblia. 
    Abro la puerta de la cocina-comedor y ...
    ... al poner un pie en la galería, los perros de mi abuelo me saludan contentos. 
    Ignacio? Le pregunto en voz alta a mi abuela 
    Conoces a tu primo, está en el fondo con la pelota seguro. 
    Cruzo el patio, paso la pileta y llegó "Al fondo" dónde efectivamente Ignacio está "pateando la pelota" 
    Ya era hora que te levantes.
    Me dijo sin dejar de patear la pelota. 
    Va a llover. Le respondí 
    Que pasa? No te gusta el agua? Me dijo riéndose. 
     
    La puerta corrediza de la galería se abre, mi hermano sale mirando las nubes y diciendo "Que cagada, vamos a tener que meternos adentro" y las primeras gotas de lluvia empiezan a mojar la pelota con la que Ignacio estaba jugando. 
    
    El resto de la mañana y el medio día continuo como todos los días que visitabamos a mis abuelos. Luego del almuerzo mis abuelos se fueron a dormir la siesta y nosotros… Bueno,  tuvimos que ser ingeniosos para entretenernos. 
    
    La televisión suele ser siempre una buena compañía desde luego. Así que sentados en los sillones individuales de cuerina marrón clara del living nos pusimos a ver películas. Al cabo de 20 minutos ya estábamos aburridos de nuevo. 
    
    Juguemos a las escondidas.
    Dijo Ignacio, aunque él era 3 años mayor que nosotros, siempre le gustaba esas clases de juegos. 
    
    Lo que nunca imaginé es que está vez. A quién le gustaría esos juegos sería a mi. 
    
    El sonido de las agujas del reloj fue lo único que se escuchó cuando mi hermano se apoyo contra la pared para contar.
    
    Ignacio salió corriendo a ...
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