Mis sobrinas Andrea y Natalia (5) - Relatos Eróticos

Mis sobrinas Andrea y Natalia (5)

... punto cuando Andrea se detuvo solo para que Natalia se hiciera cargo y mientras pasaba su lengua por mis bolas y mi polla, comencé a temblar de nuevo. Natalia se trasladó al suelo y abrió mis piernas para poder besar, lamer y mordisquear la parte interna de mis muslos, dejando que mi polla palpitara y rebotara de puro placer. Andrea y yo nos besábamos apasionadamente y ella susurraba "esto es para ti, amor, los dos te queremos", eso me estaba volviendo loco.

Dejé de besar a Andrea y conseguí que Natalia se pusiera de pie revelando un coño empapado que inmediatamente comencé a follar con los dedos. Estaba tan mojada que mis dedos se deslizaron sin problema y comenzó a gemir de placer mientras yo iba rápido y más profundo frotando su clítoris con mi pulgar.

Andrea luego se puso de pie y con mi otra mano froté su coño mojado. Tenía a las dos chicas de pie frente a mí mientras me follaba con los dedos sus coños calientes empapados y apretados mientras mi polla rebotaba esperando para follarlos. Estaba trabajando en sus coños mientras ellas acariciaban sus propios cuerpos y el uno al otro.
Ambas chicas se movían más rápido mientras movía mi cabeza para lamer el clítoris palpitante de Andrea y saborear sus dulces jugos. Esto no fue fácil de hacer, pero estaba haciendo todo lo posible para asegurarme de que ambas chicas lo disfrutaran y que mantuvieran el placer.

Luego comencé con Natalia, que tenía las piernas muy abiertas y su clítoris pegándose hacia abajo suplicando ...

... que lo chuparan. Tenía un sabor increíble y en un minuto más o menos mientras chupaba más fuerte y me la follaba con los dedos a su coño empapado, ella comenzó a gemir muy fuerte y su cuerpo temblaba y temblaba, agarró mi cabeza y gritó mientras se corría "oh mierda, sí, sí, sí ya voy, estoy llegando ” y con eso echó chorros de su liquido vaginal sobre mis dedos y cara, mientras gemía violentamente y sus piernas temblaban. Ella estaba sosteniendo mi cabeza con fuerza, apretando su coño contra mí mientras su orgasmo disminuía y respiraba pesadamente y continuaba gimiendo diciendo muchas cosas que no podía entender.
Fue el turno de Andrea cuando Natalia se derrumbó en la cama. Yo senté a Andrea en el borde de la cama, abrí las piernas y comencé a chupar, lamer y follar con los dedos fuerte y rápido, ya que quería que ella se corriera también y se corriera rápido. Tenía mi cabeza enterrada profundamente y chupé su clítoris y ella estaba temblando y agarrando mi cabeza mientras sus piernas me apretaban. No le tomó más de 2 minutos estallar sobre mí mientras gritaba de total placer "Ya voy, ya voy, ya voy" agarrándome la cabeza y continuó mientras se acercaba "Sí, sí, oh amor, sí, sí ”antes de desmoronarse de nuevo sobre la cama mientras su cuerpo se sacudía y sus jugos continuaban pulsando fuera de su joven e impresionante coño.

Ahora Natalia estaba de rodillas a mi lado y sus manos y labios estaban por toda mi espalda, hombros y brazos. Ella susurró malvadamente en mi oído ...