Boutique “la cariñosa” - Relatos Eróticos

Boutique “la cariñosa”

... No lo hagamos tan “largo”. Tengo que ir a la obra…
-¡Pero no me dejés con las ganas!
-No sabía que estabas tan “organizada”. Te prometo que en otro momento te aviso y vengo antes de que abras…
-¡Pero un poquito aunque sea…, please!
-Para no mancharnos, parate sobre el sofá…
	Yoli, como siempre estaba súper elegante. Tenía que vender sus propios productos… Hoy estaba con hermosas sandalias de taco y un pantalón ultra ajustado, que resaltaba su papo y el culo. ¡Ella sabía cómo seducir a las clientas! 
	Se sacó los zapatos y se paró rápidamente sobre el sofá. ¡Sabía lo que venía! Inmediatamente le bajé los pantalones.
-¡Hey! ¡No tenés tanga! 
-Cuando me pongo pantalones muy ajustados no me la pongo. ¡No quiero que se marquen! Además le indico a las clientas como se tienen que vestir para seducir. ¡Aunque a muchos les gustan notar las bombachas! 
	Se los bajé totalmente y Yoli levantó las piernas para retirarlo.
-¡Así no se manchan!
-¿Y si aparece alguna clienta?
-¡Le digo que esperen!
-¡Jajaja!
	Dobló un poquito las rodillas y separó sus hermosísimas piernas, perfectamente torneadas…  
-Por favor, tomá un pañuelo… Allí hay uno. – Y me señaló un cajoncito en la mesa.
	Dejé el pañuelo sobre el sofá. Me incliné hacia sus piernas y comencé a lamer y chupar sus muslos. Yoli me tenía la cabeza y me acariciaba el cabello. Fui subiendo hasta la concha. Yoli la tiene, como siempre, maravillosa y con exquisito sabor. Con la lengua acaricié sus labios hacia arriba y ...

... hacia los costados, en todo el perímetro, y llegué a sus labios interiores. Metí la lengua, todo lo posible, dentro de la vulva, totalmente húmeda.  
Mi nariz había tomado contacto con su clítoris, duro y paradito. Lo tenía tan lindo, grande y sabroso. ¡Tan fácil de acariciar! Lo apreté con mis labios y tironeé un poquito.
-¡Ay qué lindo! ¡Qué lindo! ¡Seguí papi! ¡No parés! 
Seguí “trabajando diligentemente” en su clítoris, con la nariz, moviendo mi cabeza hacia los lados. Yoli comenzó a mover suavemente su cadera acompañando mis movimientos. Había tomado mi cabeza con ambas manos, apretando contra ella. La humedad aumentaba más y más y volví con mi lengua hacia el clítoris.
-¡Aaaaahhh mi amor! ¡ME VIENEEEE! - Su orgasmo fue brutal. - ¡Nene! ¡Qué ganas que te tenía! ¡Cómo añoraba tenerte en mi concha! ¡Cómo me gustaaaa!
Retiré la cabeza y sequé sus fluidos con el pañuelo. También mi cara, aunque la mayoría me lo había tragado. ¡Fue magnifico! 
-¡Me causa enorme placer chupártela! ¡Sos fantástica!
-¡Tesoro! ¡Mi amor! ¡Ahora me toca a mí!
-Pero antes vestite. ¡No sea que venga un cliente!
-Sí. ¡Tenés razón! ¡Es qué el deseo me mata!
	Yolanda se acomodó los pantalones y se puso las sandalias. Me saqué los zapatos y subí al sofá.
-¡No te bajés los pantalones! ¡Lo quiero hacer yo!
-No hay apuro…
-El cabello no lo arreglo…, total me vas a despeinar…
-¡Jajaja! – Es lo que me gustaba con Yoli. Igual que Araceli, siempre había risas… 
	Retiró el cinto, bajó pantalones y ...