1. Me vuelve a follar el indigente y exhibicionista.


    Fecha: 06/07/2017, Categorías: Gays Autor: danisampedro91, Fuente: RelatosEróticos

    ... plas, mientras yo notaba como iba entrando y saliendo la polla de mi culo, y el golpeo constante que daba su pelvis en mi culito. Ay mi amor, ya me voy correr, ya me viene, ya, ya ¡oooooooohhhhhhh! ya me viene. ¡Aaaaaaaaahhhh! me corro, me corro mi amor. Se quedó parado con la polla clavada en mi culo, quedando los 2 sudando, y extasiados de placer. Subió hasta mi boca, y así como estábamos, me besaba los labios, para luego meterme su lengua en mi boca, y saborearnos mutuamente. Cuando nos repusimos, nos levantamos y salimos así en pelotas a fumar un cigarrillo, tomando de paso un poco el fresco de la madrugada. El abrazaba mi cintura por detrás con una mano, mientras con la otra sostenía el cigarrillo, y la cara la ponía en mi hombro hablándome a la oreja, ay que cachondito estás, estás tan bueno, que nunca te abandonaría. Te estaría follando toda la vida, mi amor. Ahora me mordía en la nuca, mientras con la mano, acariciaba mi polla, para luego pasar a mi culo. Ay que culito tienes, nunca he visto un culito tan bonito. Terminamos de fumar, y nos volvimos para aquella cama, que tanto placer estaba contemplando aquella noche de sexo. Nos tumbamos los 2, quedando acurrucados uno junto al otro. Nos abrazamos y así quedamos dormidos, hasta que nos despertó su compañero de noches a la intemperie. Cuando nos despertó miré el reloj, y eran 12:45. El amigo nos dijo, ya veo que habéis pasado una buena noche. Seguro que habéis estado follando toda la noche, por eso ahora estáis ...
    ... muertos de sueño. Hacerme un sitio, que estoy muerto de frío, así me calentáis un poco. Nos acurrucamos más, y el joven indigente, se acostó detrás de mí. Uy que calentitos estáis, y eso que estáis desnuditos. Tengo que levantarme para mear, dijo el vagabundo. Yo también tengo que mear, y me levanté detrás del. Cuando salimos a mear, lo tuvimos que hacer entre los tubos, ya que era completamente de día, y nos podían ver así desnudos. Acabamos de mear, y rápidamente nos metimos en el tuvo, acostándonos otra vez. Cuando lo hicimos, el joven indigente, ya se estaba terminando de sacar la ropa. ¡Quieres follar eh! le soltó el otro vagabundo. No estaría nada mal, así entraría en calor antes. Bueno, le dijo, para ti el culito, y para mí la boquita, sino le parece mal al putito. Como queráis, les contesté, por mi no hay problema. Me abrazó el joven indigente, empezando a morrearme, y acariciar mi cuerpo, mientras suspiraba de deseo. Uy que calentito estás, me decía al oído, mientras yo con las manos, le agarraba su polla y huevos, empezando a subir y bajar su piel, descubriendo su glande. ¡Oooooooooohhhhhh! suspiraba, mientras le acariciaba su verga, que ya estaba tiesa y caliente como un fierro al rojo vivo. Mientras tú le das por el culo, yo se la meto en la boca, decía el otro vagabundo, quedándose tendido a lo largo de aquella cama. Yo me puse de rodillas sobre su cuerpo, agarrando su polla y metiéndola en la boca.Así mi culito, quedaba listo para el joven vagabundo, y mi polla a la ...
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