1. Soy Anahi y así empece a masturbar a mi hija


    Fecha: 26/03/2021, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Red Sil, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Antes que nada, mi nombre es Anahi, tengo 45 años y lo que voy a relatar no me enorgullece pero quiza a otra persona le haga bien leerlo. A mis 40 años , mi hija Raquel, tenía sólo 16 años, rubia, muy blanca, 1,65 de altura, delgada, unos ojos verdes herencia de su difunto padre y a su puberta edad ya tenia unos senos que realmente llaman la atención. Yo por mi parte, misma estatura que ella en aquel entonces, para mis 4 décadas aun tenia unas tetas bastante firmes, un gran trasero, cabello castaño y ojos cafés muy claros.
    Todo este lío inició un Lunes por la tarde cuando Raquel llegaba a casa.
    -	Hola, voy a mi cuarto.
    Decía llegando con un gesto extraño, sabía que algo estaba mal pero no quería presionarla. Espere por un gran momento y luego tome la iniciativa, fui hasta su cuarto para charlar y pues extraña sorpresa, la puerta estaba entre abierta y ella estaba tumbada boca abajo con las piernas cruzadas moviéndose un tanto extraño, de inmediato creí que algo andaba mal, algún dolor de estómago o cosas de chicas ya que era toda una señorita.
    -	Pasa algo cariño?
    Dije entrando bruscamente a lo que espantada se incorporó y estaba sonrojada. Me acerqué y traté de conversar con ella y preguntar si le dolía algo pero fue totalmente lo opuesto.
    -	Mamá siento extraño en mi
    Al inicio no la entendí pero insistió con su deseo de contarme lo que pasaba.
    -	Aquí mamá, siento extraño aquí…
    Me dijo al fin señalando su parte intima a lo que me asusté al principio pero luego de ...
    ... consultarle cosas llegue a la conclusión de que no era algo malo. Tomé por decisión tratar de verificar qué estaba mal en ella y le pedí que se subiera la falda. Con toda la confianza que nos tenemos ella bajó sus bragas rosas y levantó su falda de colegio religioso mientras se sentaba.
    -	Abre un poco las piernas cariño, veremos que pasa.
    Al abrir sus jóvenes piernas logro notar lo húmedo de su vagina, era extraño a lo que proseguí a examinar con cuidado. Prestaba tanta atención a su parte y si había algo raro que no puse atención en su rostro, toqué sus labios vaginales, examiné su entrada, labios inferiores, revise nuevamente pero no pasaba nada. Ella insistía que siga revisando porque algo le molestaba ahí, sorpresa para mi, estaba aun más húmeda y quedé en blanco. Estaba excitada por el examen rápido que le estaba haciendo a su parte.
    Como toda madre procedí a detenerme y le pregunté.
    -	Raquel, te masturbas?
    Ella pálida y avergonzada me dice que no sabe qué es eso y que ella no hace cosas raras. Fue muy extraño, la masturbacion siempre lo descubrimos por instinto pero ella al parecer era demasiado inocente para entender que podía darse pequeños mimos para calmar a su vagina. Le expliqué qué era eso y qué debía hacer para quitarse esa sensación. Insistí mucho pero no había forma de que comprendiera a buenas cómo debía hacer aquello pero me imploraba que la ayude. Sin más remedio yo creyendo ayudar pues tomé la iniciativa, me senté en su cama y le pedí se sentarse entre ...
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