Soy Anahi y así empece a masturbar a mi hija
Fecha: 26/03/2021,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Red Sil, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... mis piernas levantando nuevamente su falda y así lo hizo de obediente. Abrí sus lindas piernas de colegiala pero esta sensación era distinta, no era el de una madre preocupada, todo lo contrario, mi corazón palpitaba fuerte y la idea de masturbar a mi hija se me hizo morbo, incluso me empezaba a mojar. Fingía explicarle el proceso, humedecia mis dedos medio y anular en mi boca deleitando ese jugo juvenil y la tocaba suavemente para que no terminara la diversión muy pronto. Le dije que normalmente debía quitarse toda la ropa para eso y le ordené que se quitara el uniforme entero. Retomó la posición y esta vez mi mano izquierda la sorprendió pasándose en su seno izquierdo, era un deleite. En mi juventud jamás me atrajeron las mujeres a pesar de que había dado un beso de broma a una amiga en aquellos años. Seguí masturbando a mi hija en lo que disfrutaba de sus pechos. Sentí al fin sus fuertes respiraciones indicando que estaba cerca de su primer orgasmo. Quería tanto oirla gemir que apresuré el paso y apretaba más fuerte ese hermoso cuerpo.
- Mamá…me siento…ahhh
Gemia delicioso y finalmente en una especie de convulsión mostraba deleite y su cuerpo empezaba a relajarse.
- Gracias mamá…
Decía enteramente feliz de tremenda sesión que le había dado. Le ordené que no dijera nada de eso a nadie porque era algo que está mal y luego le dije que fuera a ducharse. Feliz y risueña fue a lo suyo sin poner peros, la semana entera transcurrió muy calmada y no se habló del tema porque ya ...
... le había enseñado a darse un poco de amor.
La semana siguiente su rostro estaba ocultando algo y era así, tuve que encararla para saber qué pasaba. Tras pregunta y pregunta logré al fin una respuesta real.
- No me sale, lo hice como me enseñaste pero no funciona.
Decía en lo que su rostro se ponía muy triste, le dije que no se preocupe y la lleve a su cuarto nuevamente. Estaba tan feliz al saber que podía sobar a mi hija nuevamente y quería más que eso. Le ordené que hiciera lo mismo pero esta vez le dije que la ayudaría de forma diferente, le pedí que se recostara y que hiciera lo que le enseñé para ver qué fallaba. Ella estaba desnuda y jugaba con su vagina de manera muy inexperimentada, ya sabía porqué no podía sola, era muy torpe. Traté de guiarle con mi mano pero no parecía cooperar.
- Deja pruebo de otra manera.
Le indique y procedi a aprovechar la ocasión, posando mis manos en sus muslos acerque mi boca a lo que ella miraba sorprendida. Comencé a darle las primeras lamidas y ella enloquecía, sentía como se estremecía, le encantaba lo que estaba recibiendo. Se movía, disfrutaba, estaba encantada con mi lengua. Usé mis dedos y lengua para darle lo que mi bebé necesitaba, mi hija, mi perra, era una niña que casi cumplia 17 pero era lo más exquisito que había probado. No entiendo como una mujer que estuvo en mi vientre hoy, 16 años después, podía prender fuego en mi. Y no pensaba quedarme con las ganas. Paré por un momento y ya me dejé llevar. Me quité la ropa y ella ...