1. Un tío con suerte - mi sobrina Mariana


    Fecha: 06/07/2017, Categorías: Grandes Series, Autor: Fernando X, Fuente: CuentoRelatos

    ... me hizo muy extraño, además de darme cuenta que mi sobrina no traía ninguna maleta o ropa diferente para ponerse cuando terminara de bañarse, pensé que a su mamá no le gustaría enterarse de algo así. Y honestamente, yo me di cuenta de las verdaderas intenciones de Mariana. Cuando una vez que subió al baño y dejando la puerta medio abierta, me pidió una toalla y me la encontré, solamente vestida con una pequeña braguita rosa de hilo dental y con una toalla ya en la mano, más allá de mi asombro al verla así, en esa primera impresión, no causó ningún efecto inmediato en mí. Yo ingenuamente, todavía pensaba en la noche que no iba a disfrutar con mi cuñada Paty. Pasados unos minutos, volvió a hablarme, ahora para pedirme un jabón y esta vez encontrarla completamente desnuda dentro de la regadera con la cortina abierta y cubierta solamente por espuma. Me quedé contemplándola, y disfrutando de lo que ella realmente deseaba, se enjuagó frente a mí y al darse cuenta que no me movía, me pidió pasarle la toalla, con la que se empezó a secar. Yo solamente seguí disfrutando del espectáculo que ella me otorgaba y cuando terminaba de secarse, yo ya estaba consciente de lo que estaba a punto de suceder, únicamente le dije que la esperaba en mi habitación. Me adelanté, para tomarme una pastilla desildenafil y desvestirme, para esperarla únicamente con mi bóxer puesto y en el cual ya se notaba la erección de mi miembro.
    
    Ella llegó vestida solamente con su braguita rosa, y totalmente lista ...
    ... para lo que tan hábilmente había preparado. Recostados en la cama, nos besamos apasionadamente y nos dejamos llevar por la calentura de nuestros cuerpos, al quitarme mi bóxer, disfrutó de ver mi verga, la cual ya estaba a un 80% y jugó con ella en sus manos y con su cuerpo, me di cuenta, por su habilidad de movimientos y la pasión de sus besos y caricias, que no estaba ante una joven principiante, sabía perfectamente que quería y me llevaba con pasión a cada uno de los puntos donde ella más disfrutaba. Colocaba mis labios en su nuca y sus pezones, guiaba mis manos a su concha y a su culo, y se retorcía de placer cuando mis dedos tocaban sus dos agujeros, la combinación de mi placer junto con la acción de la pastillita azul, llevó a mi miembro a su máximo crecimiento, mientras ella succionaba mis huevos y mi pene, al mismo tiempo que, con mi boca mamaba su rajita y mi lengua sobaba un clítoris de un tamaño que nunca había visto en mi vida.
    
    Se acostó boca abajo parando su culo hacia mí, ofreciéndome su húmeda vagina como premio a tan placentero preámbulo, mi verga tumefacta entró como cuchillo caliente en mantequilla, se deslizo hasta el fondo de tan mojada cueva e iniciamos un rítmico meter y sacar, ella, mujer bastante experimentada, paraba para cambiar de posición y sentirse llena de carne en cada una de ellas. No sé cuánto tiempo pudimos haber estado gozando, perdí por completo la noción del mismo, tampoco sé cuántas veces logró ella llegar a su clímax sexual, no estaba ...