Boutique “la cariñosa” 2 - Relatos Eróticos

Boutique “la cariñosa” 2

... bulto… Se acomodó gratamente… 
-¿Ves? Ya estás mejor… - Dulcemente me acerqué al oído y le besé el cuello. Miriam se estremeció.
-Si…, si…, estoy muy bien…
-¡Adónde vamos? – Trataba de mantener dinámica la relación.
-Al dormitorio. - dijo Camila.
-Sí, dale. Al de mamá, que tiene la cama grande. - apoyó Miriam.
Con una de cada lado, el paquete bien expuesto para que las nenas lo aprecien, la teta de Miriam en una mano y el culito de Camila en la otra, caminamos hacia la habitación.
Si, la cama era amplísima… 
-Pero… chicas…, tienen que poner algo arriba para no manchar las sábanas de mamá…
-Las cambiamos y listo…
-Pero ¿si pasa al colchón…?
Milagrosamente me acordé algo que me había pasado hace muchos años atrás…, cuando estuve con Sarita y Tuky, un millón de años…
-Tenés razón. - Camila se soltó y fue hacia un mueble. Sacó un par de sábanas y las tendió sobre la cama. 
Miriam y yo ayudamos a tenderlas. Todo bien prolijo…
-Bueno…, ahora las mujeres más hermosas del mundo se van desnudar…
-Ay…, hacelo vos dale… - Camila rogaba una acción bien rotunda y erótica…
-¡Si! ¡Desnudame! - Miriam asintió.
Levanté la camiseta de Miriam para sacarla por su cabeza… Con ...

... alevosía acaricié con mis manos sus tetas mientras se la sacaba. Miriam sonreía encantada.
Fui a Camila e hice lo mismo…, y le chupé un pezón, ya durísimo.
Luego fui al pantaloncito. Al bajarlo le pasé la lengua, más una chupadita en su pubis, enrulando con la lengua sus tan suaves vellitos.
Luego fui a Miriam. Hice lo mismo y cuando me agaché para besar el papo, Miriam se arqueó para apretar con su concha mi cara, y “descubrimos” que estaba totalmente depilada!
-¡Hey guachita, te afeitaste y no me dijiste nada! – Camila protestaba. – ¿Cuándo lo hiciste?
-Anoche, mientras dormías…
	Miriam me tomo la cabeza. ¡La nena estaba húmeda y ardiendo!
Estando ambas desnudas, les pedí que se paren sobre la cama. 
-¡Las mujeres más hermosas, deben estar expuestas en un pedestal!
-¡Jajaja! ¡Qué ocurrencia! – Camila estaba encantada y orgullosa de mi “ocurrencia”.
En verdad, son hermosísimas. Era la primera vez que veía en su total belleza, a plena luz, a Camila…, arrogante…, y la belleza erótica que Miriam lucía… ¡Divinas! ¡Cómo pueden ser tan hermosas! 
Las llamo “mujeres”, para que sepan que para mí no son ningunas “nenas”, sino mujeres plenas, dispuestas al mejor sexo del mundo.