Después de una fiesta, el taxista. - Relatos Eróticos

Después de una fiesta, el taxista.

Pasó una noche de verano en la que llovía muchísimo par caminar por las calles. Había salido de una fiesta y estaba a unas cuantas cuadras de mi casa como para caminarlas. Me subí a un taxi, dije la dirección y saqué el celular. El conductor empezó a cantar la canción que yo estaba cantando sin darme cuenta porque estaba medio borracho. Lo miré y le sonreí. Me devolvió la sonrisa con una mirada pícara. Es algo vergonzoso que la expresión más insignificante me caliente pero pasó. Empezamos a hablar. Me contó sobre su hijo que también tenía 17 y que iba al mismo colegio. Cortó la conversación para decirme entre risas que por lo visto estaba feliz mirando a mis pantalones. Tenía las piernas abiertas y el bulto marcado. Le pedí perdón avergonzado y me dijo que no pasaba nada. Me preguntó si quería pasar al asiento de adelante y lo hice. Seguimos conversando y miraba para adelante siempre por los nervios. Hasta que lo miré y él me miraba de pies a cabeza. Me preguntó si quería que pararamos en algún lugar para charlar mejor. Le dije que sí, estacionó en algún lugar oscuro y apagó las luces. Soy algo gordito y me avergüenza un poco mi cuerpo. A algunos le asustaría esa situación pero a mí me hizo sentir cómodo y me calentó mucho. A pesar de la oscuridad pude notar que su bulto se marcaba, no tenía ropa interior bajo ese short fino. Entonces me decidí a tomar control de la situación y le pregunté cómo es besar a alguien. Le dije que nunca lo había hecho y él me miró extrañado ...

... diciéndome que soy muy lindo para no haber sido besado. Me pasó la mano por el pelo y me preguntó si quería que me besara. Le dije que si pero que no sabía cómo, a lo que me respondió que solo lo copie. Agarró mi cabeza y yo puse mis dedo en sus mejillas. Me besó con sus labios primero y después empezó a meter su lengua para que rosara la mía. Nunca estuve tan caliente en toda mi vida. Nos besamos un buen rato, no me podía cansar de su boca y él no se cansaba de la mía. Me decía cosas cómo que soy muy tierno y que le gustaba mucho. Después me preguntó si quería que hicieramos algo más. Le dije que si y puse mi mano en su bulto y lo acaricié por sobre el short. Era grande, como unos 22 centímetros o algo así. Él miró lo que pasaba y me miró y me besó otra vez mientras seguía. Se bajó el pantalón y me besó otra vez y me pidió que me sacara la remera. Lo hice y me empezó a chupar las tetillas. Al principio me dió cosquillas y después me dió mucho placer y me calentó más. Lo besé un poco, me acomodé y puse mi boca en su pija. Empecé chupándola un poco y después la lamí. Ya tenía presemen y me gustó mucho. Después seguí chupando cada vez más profundo. Tomó mi cabeza y la empujó más abajo de lo que podía realmente. De alguna forma eso me excitó mucho. Ya sentía que me mojaba un poco. Empecé a lamer sus huevos y me los ponía en la boca mientras jugaba con mi lengua. Después seguí chupandola. En un momento me agarró la cabeza y el cuello y acabó en mi boca una gran cantidad de semen que ...