El Vecino Ruidoso Cap. I
Fecha: 03/04/2021,
Categorías:
Bisexuales
Tus Relatos
Autor: Cachopo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... el agente, le daba caña a saco y a mí me producía un roce en la polla que no tenía comparación con todo lo que había hecho hasta ese momento. El vecino, vencido sobre mí, apretado por mis fuertes brazos, gemía extasiado. No duramos mucho. Yo me corrí a lo bestia… tenía mucho acumulado. El policía se corrió cuando sintió que yo empezaba a soltar semen a borbotones. Me dio la impresión que decidió correrse cuando le dio la gana.
Tras recuperarnos unos segundos el policía se puso de pie y me hizo un gesto para que me levantase. Empuje a mi vecino como si no importase una mierda. En ese momento, a mí tampoco me importaba nada más que el macho que me había descubierto un nuevo mundo. Teníamos las pollas todavía duras, la mía mirando al techo. La suya recta, luchando contra la gravedad al ser un rabo tan gordo. Estaban llenas de lefa, sobre todo mis huevos que había recibido la leche que se escurrió del culo abierto de mi vecino. Con su dedo índice limpio mi polla desde los huevos hasta la punta, lo que dejó el dedo cubierto de espesa lefa. La olió un segundo y la limpió con la boca… Repitió la operación en su pollón, pero esta vez me lo dio a mí. No dudé en dejarle el dedo bien limpio. Me supo raro, pero me excitó su sabor, muy amargo… pero era lo más delicioso que había tomado nunca. Cuando le dejé el dedo bien limpio acercó otra vez nuestras frentes, pero esta vez acabamos en un morreo bestial, en el que tocamos todo lo que estaba a nuestro alcance. Su gran espalda, su ...
... duro y peludo culo… Sentía nuestras pollas aprisionadas entre nuestros cuerpos. Dos machos, uno velludo, otro totalmente depilado, pero dos machos.
- ¡Joder! Tío vamos para la ducha que así no puedes volver a casa ni yo al trabajo. – Nos duchamos juntos, pero no hubo más sexo. Solo mirándonos con complicidad. Me flipaba su cuerpo peludo lleno de espuma, igual que a él parecía impresionarle mi cuerpo cincelado al milímetro.
- Nunca había hecho nada parecido. – Rompí el silencio mientras nos secábamos, sin acabar de creerme lo que había pasado.
- Pues se te da de lujo, y creo que te ha gustado. – Su sonrisa de cabrón me descomponía, volvía a tener el rabo duro… si en algún momento se me bajó.
- Ha sido la hostia.
- Ya te digo, yo lo descubrí hace un par de años… después de ser padre y cansado de hacerme pajas.
- Yo estoy igual, llevaba meses sin follar.
- Ya se nota, no se te baja. – Y se rio mirando mi polla pegada al ombligo. La situación se había convertido en una conversación entre colegas, perdiendo un poco la vergüenza del momento.
- ¡Pufff! Es que me has puesto muy caliente.
- ¿Yo o la puta? – Me dijo mirándome a los ojos, midiendo su masculinidad.
- Tú, pero no te creas que me has vuelto marica ni nada de eso. – Dije algo avergonzado, como si tuviese quince años.
- Tranqui macho… no creo que seas de los que prueba con un tío y se vuelve una zorra. – Los dos guardamos silencio, mi contestación había roto un poco la magia y el ...