Boutique “la cariñosa” 3
Fecha: 05/04/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... grato y tranquilo, con Adriana, que arruinó la puta de la hija que quería coger conmigo, sí o sí.
Luego…, Ari me presento a “las tías”, lesbianas, pero sin taras. Querían un hijo y se los di, cogiendo con ellas durante 5 semanas, casi todos los días… ¡y no lo hacía por obligación! Pero si en algo me atrasaba en el trabajo con ellas, no había problemas. Ella sabían porque.
Luego apareció Yolanda, la mamá de Araceli, con su inagotable deseo de coger…, y luego Camila y luego Miriam…
Tenía que hacer algo. No podría atender a todas. Si bien Romi y Patri habían quedado relativamente atrás, cada vez que iba a ver a la bebé, que yo sabía que no iba actuar como padre, pues estaba claro que ellas eran las mamás, habían reiteradas insinuaciones de ambas “tías”, a que tuviéramos alguna relación, solo circunstancial, con una u otra, o las dos. Eso me llenaba de satisfacción. ¡Un campeonato a mi ego! Me era muy difícil zafar. No solamente eran muy hermosas, sino que me sentía sentimentalmente cercano a ellas, por más lesbianas que fueran ¡yo era el hombre que habían elegido de padre!
Y claro, con Yolanda no podés decir que no. Ella me había brindado a Camila, el ángel imposible…, y Camila…, a Miriam, un sol, luna, estrella y firmamento!
Después de pensar todo esto, mientras seguían gozando de ellas mismas, me dirigí a las nenas con algo filosófico…
-¡Qué ganas de dormir la siesta con ustedes!
-¡Dale! ¡Si, vamos!
-No, chicas…, no puedo, ...
... desgraciadamente, tengo que ir a la obra. Si hay algún despelote yo soy el único responsable. – Me levanté. - Voy a pensar en algo…
-¡Qué lástima!
-Voy a pensar en algo para la próxima vez…
-Sí, dale… - Miriam estaba tristona… - Yo quiero… que te quedes…
-Yo también… - Camila estaba de acuerdo.
-Bueno, tesoros…, me voy a bañar…
-¡Vamos nosotras! – Las dos estaban a dúo.
-Si quieren…
-¡Claro! ¡Te vamos a enjabonar…, todo, todito…! – Miriam llevaba la vos cantante.
-¡Jajaja!
Fuimos, por supuesto. Las abracé a las dos, bien juntitos… A mi izquierda Miriam, con la mano en su teta…, y a la derecha, Camila, con mi mano, aferrada a un cachete del culo.
Las chicas se pusieron la cofia para proteger el cabello. Como yo tengo poco pelo no me hizo falta.
Las enjaboné en pecho y espalda… y especialmente en los lugares “pudibundos”…, o sea…, concha y culo… Y ellas también lo hicieron: cuando una me enjabonaba la espalda, la otra iba al choto…, y cuando cambiaban…, una al choto y la otra a la espalda…
Pero tuve que hacerme el “recio”.
-Tesoros…, las más lindas del mundo…, no me calienten más… por favor… ¡Tengo que laburar! ¡Please…!
“Entendieron…”, o se la bancaron… Nos secamos y nos vestimos…, bueno…, yo más que ellas, que solo se pusieron el hot pants…
-Uy ¿dónde dejé la caja de “herramientas”?
-Acá papi, en el living… - Cami se acordó.
-¡Jajaja! ¡Vos tenés la mejor herramienta pegada al cuerpo! – Miriam jocosa y ocurrente.