Los esposos de mi primas - Relatos Eróticos

Los esposos de mi primas

Hola queridos lectores,  mi nombre es Alex y quiero contarles una candente historia que ocurrió hace dos días y es 100% real.

Comienzo por describirme: tengo 30 años, 1,75 cm, ni flaco ni gordo, y soy de closet, nadie en mi familia sabe de mis preferencias sexuales. Tengo buen culo y de verga 18 cm. 
Tengo dos primas que son hermanas entre ellas, me llevo muy bien y convivo mucho con ambas. Las dos están casadas, Perla esta casada con Eduardo de 26 años y Karla esta casada con Luis de 23 años. Convivo más con mis primas que con sus esposos, y de vez en cuando me tomo algunas chelas con ellos o asamos una carnita. Pero repito, mi convivencia con ellos no es mucha que digamos, ya que Luis tiene una tomada fea (se emborracha y se quiere pelear) por eso prefiero no tomar con ellos. Eduardo es diferente, tiene una tomada tranquila, es algo serio pero si se integra, es delgado, 1.70 de estatura más o menos, moreno claro y muy simpático, es guapo el chavo. 

A pesar de que en mis 30 años he tenido muchas aventuras con heteros (que luego les iré contando) nunca me había pasado por la cabeza tener algo con aluguno de ellos, a pesar que Luis juega fútbol y tiene una piernas de infarto y un bulto que siempre marca, repito, nunca en mis fantasías tenía que ver con ellos. 
En mi pueblo hay un río muy bonito que en estos días de semana Santa se llena bastabte y hace dos días mis primas me invitaron a ir con ellas y sus esposos y tomar unas cervezas, ya que ellas también toman pero ...

... no mucho. Yo no tenía muchas ganas, pero la verdad no tenía nada que hacer y acepté. Compramos dos 24's de cervezas y nos fuimos al río. Estuvimos ahí platicando y conviviendo todo tranquilo, cuando comenzó a oscurecer mis primas dijeron que ya se querían ir, pero habíamos comprado mas cerveza y todavía teníamos. Luis les dijo que las llevaba a su casa pero que nosotros íbamos a seguir ahí otro rato, así que se fueron. Eduardo y yo nos quedamos ahí, el suele ser muy serio pero con las cervezas se vuelve muy platicador, de pronto dijo que quería ir al baño, abrió la puerta del carro y se puso a orinar ahí. Yo me levante también para orinar y cuando pasó del otro lado de la puerta del copiloto volteo y logró verlo orinar, su verga aunque en estado flacifo se miraba muy rica, se notaba que se cortaba el vello púbico, y rápido empecé a hacerme mil fantasías en mi cabeza, me empecé a calentar mucho. 
Luis llega y seguimos tomando. La verdad la estaba pasando muy bien con ellos dos. Ya estaba oscuro. Todos los carros se habían ido y no quedaba ninguna familia. Con el reflejo de la luna se miraba pero muy poco, la oscuridad ganaba. 

De pronto, a Luis se le ocurrió una loca idea, meternos a bañar al río (ya que hasta ese entonces no nos habíamos metido) a lo que yo respondo que no, porque no traía más ropa y Eduardo dijo que entonces sin ropa, que al cabo ya solo estábamos nosotros tres en todo el río. 
Ya estábamos borrachos y pues nos metimos desnudos, que por la oscuridad no ...