Los esposos de mi primas - Relatos Eróticos

Los esposos de mi primas

... podía ver mucho, solo siluetas de sus vergas y culos. Estando dentro del río Luis se acerca a mi y me hace platica, cuando de pronto siento que debajo del agua me toca las nalgas. Mi reacción fue negativa, ya que como había mencionado antes el tiene mala tomada y no quería que un día borracho dijera algo. Así que me retire un poco de él y el noto que yo no respondí a su invitación (ganas no me faltaban) pero yo estaba mas caliente con Eduardo ya que le había visto la verga minutos antes y me quedé con ganas de tocarla. Yo empecé a rozarle mi rodilla con su pierna para ver como reaccionaba y el no hacía nada. Se nos acabó la cerveza y mandamos a Luis a que saliera y nos trajera. En eso dije : es ahora o nunca, y si se molesta solo me disculpo y le digo que no pasó nada. Me llené de valor y con mi mano debajo del agua le agarré la verga que para mi sorpresa estaba durisima, eso quería decir que le gustaban mis caricias que le hacía con la rodilla. El no decía nada, yo lo masturbaba y le apretaba su verga fuerte con mi mano, estaba a full de excitado, en eso llega Luis con las cervezas y tuve que soltarlo. El nunca dijo ninguna palabra, ni siquiera gemidos pequeños o algún sonido, nada. 
Estuvimos otro rato ahí hasta que ya decidimos a irnos para la casa. Salimos, nos vestimos, nuestras erecciones ya habían bajado, ya que por las siluetas que pude ver ya no la traía erecta, nos subimos al carro y nos fuimos, creí que ya la aventura había terminado ahí. Luis llevaba el carro y ...

... fui el primero a quien fue a dejar, me baje en mi casa me despedí y listo. Para mi sorpresa, como media hora mas tarde, se para un carro afuera de la casa (era Eduardo) salí a ver que quería y me dijo: en mi casa tenía estas cervezas, no quieres ir a seguirle pisteando conmigo a la casa? Yo gustoso acepte y me fui con el. En el camino platicamos normal, no me tocaba el tema de lo que habia pasado en el río, pero yo sabía que si había ido por mi, era por esa razón y quería seguirle. 

Llegamos a su casa, nos fuimos a su patio trasero y perla salió a decirle algo que no escuché que fue y antes de meterse pregunta ¿y Luis? A lo que Eduardo le dice: ya no lo dejaron salir. Ahí supe por donde iba la onda, quería estar solo conmigo. 

Platicamos, tomábamos, pero no sacábamos el tema, hasta que me arme de valor y le dije: oie we, disculpa lo del río, no supe de mi, fueron las cervezas, y el me dice: me gustó mucho como me la agarraste, no sabia que te gustaba la verga, pero si quieres puedes seguirle, pero aquí no, porque tu prima puede salir y vernos, le voy a decir que ya te voy a ir dejar y nos vamos a otro lugar. 

Pues llegamos a un terreno baldío, donde no pasaba gente por ahí, nos bajamos del carro y el se acercó a mi y me beso la oreja (les juro que nunca me imaginé eso, Eduardo estaba super caliente) me abrazaba y me besaba el cuello, yo agarraba su bulto por fuera del pantalón, con su mano me agarró la cabeza y me hizo seña se que me agachara. Le baje el pantalón y si ...