1. Mi niña, mi mujer ("yo me guardé para tí")


    Fecha: 19/01/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... visibilidad no es total. Puso mi mano en su panochita, aqui fue donde yo ya no pude estar inactivo o quieto, comencé a acariciar con los dedos su rajita, ella puso su mano en su boca de la excitación, creo que para no gemir, pero yo sentía como su coñito se iba humedeciendo, no tengo claro si ella tuvo un orgasmo o no, pero me quitó la mano de su rajita y se puso boca abajo y parecía que chillaba, tuve miedo que despertara a su mamá que dormía a su lado y la encontrara solo en bragas, pero afortunadamente no sucedió nada. Más tarde casi al amanecer, estando todos dormidos, me olí la mano y tenía la fragancia de la rajita de mi hija Marisol, me chupé los dedos. Al otro día, en el desayuno, cuando cruzabamos miradas con Marisol, ella se sonrojaba y se reía. Ella sabía que la había pillado y le había acariciado su rajita. Varias semanas después, mi esposa tenía una reunión con su grupo de amigas de cuando estaban en el colegio, esa noche siempre llegaba un poco tarde (12 o una de madrugada); intencionalmente invité a Marisol a ver una peli en la tv, ya se imaginan porque lo hice. Nos dormimos temprano y no pude dormirme, solo tenía cerrado los ojos, entonces Marisol se metió debajo de las sabanas y empezó a tocarme el paquete, que se hinchó rápido, luego me desabotonó y como siempre me daba besitos, solo que ahora que no estaba su mamá a su lado, ella tenía una posición perpendicular y entonces para facilitarle lo que quería, me bajé los pantaloncillos, ella se río debajo de las ...
    ... sabanas, y siguió dandome ricos besitos, luego le dije "prueba meterlo en tu boquita", entonces ella lo metió y comenzó a chuparlo como si fuera un enorme chupete, . -oohhh dios mio qué rico!!!- le dije, eso la motivo a seguirmelo haciendo con más ahinco. Aproveché para tocarle su espalda y sus bonitas y redondas nalgas. No se si era su inexperiencia, pero su mamada me tenía loco y me sacaba quejidos de gozo. La tuve que detener antes de que me hiciera eyacular, le dije -preciosa, ahora me toca a mi!-, le saqué la pijama y sus bragas al mismo tiempo, luego con mis manos le tomé sus entrepiernas y le abrí las piernas, me sumergí en su intimidad, le empecé besándole la entrepierna, la besaba y la lamía, poco a poco fui cerrándome hasta llegar a su panochita, le pasé varias veces la lengua de abajo a arriba de su rajita, yo había dejado la luz de una lampara de mi mesita de noche, no quería perderme de nada, pude ver su panochita, con sus labios vaginales rosaditos, mi lengua los abrió, luego mi lengua pasaba desde la entrada de su vagina hasta alcanzar el botoncito de su clitoris, ella comenzó a gemir y a retorcer su espalda, luego me tomó de los cabellos y yo no dejaba de comerme su fruta prohibida. -papi, papi, qué me estas haciendo?-, decía ella. Luego de varios minutos, le di la vuelta en la cama, asi me quedaron sus nalgas frente mi boca, las besé con mucha pasión, casi las podía morder, luego le abrí sus dos redondas nalgas y pude ver el aro de su culito, deposité varios ...