1. Mi niña, mi mujer ("yo me guardé para tí")


    Fecha: 19/01/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... besos y la punta de mi lengua la pasé muchas veces, ahora si mi preciosa Marisol llegó a un orgasmo frenético, -ya no, ya no!!- me decía, pero hacía nada por quitarme, es el lenguaje femenino que quiere decir "me gusta y siguelo haciendo". Mientras ella se recuperaba de su climax, me quité los pantaloncillos, me fui subiendo sobre ella, quien aún permanecía boca abajo, coloqué mi verga con la mano en la entrada de su vagina y fui empujando a la vez que dejaba caer mi peso sobre ella, con mucho cuidado por supuesto. Sentí cuando la punta de mi verga iba ingresando en su panochita, ella gimió y mordió una almohada, seguí empujando lentamente y sentí cuando su vagina cedió, ella gritó y yo empujé otro poco sentí lo caliente de su interior, se sentía delicioso, entonces saqué y volví a meter mi verga en su panochita, ella volvió a gritar cuando la sintió entrar de nuevo, pero ya fue menor, seguí bombeando, tratando de meter más de lo que sacaba, lo hice por dos o tres minutos continuos, mientras le besaba el cuello y la espalda. Cuando sentí ya le metía más de la mitad del largo de mi verga, entonces aceleré un poco el bombeo y fue cuando ella empezó a gimotear como una loca, -papi qué rico!!, si, si, asi, asi, que rico lo siento!!- me expresaba entre sus gemidos, lo cual me ponía más caliente y luego de otros minutos ya la penetraba totalmente, su panochita recibía todo mi pedazo de verga. La cama rechinaba de los movimientos que yo le daba. -Te duele mamita?- le pregunté, ella ...
    ... me dijo -solo, un poquito- me contestó. Luego volví a preguntar, -quieres que te la saque?-, la pequeña Marisol, solo movió su cabeza negativamente. Era la señal que yo esperaba, para estar seguro que ella la estaba pasando de maravilla, igual que yo. Al rato, nuevamente la cambié de posición, ahora ella boca arriba y en la posición del misionero, yo encima, la volví a penetrar, ella solo pujó cuando sintió que le entraba toda de nuevo, luego nos abrazamos y por fin nos dimos el primer beso, de muchos que vendrían después, follamos rico y por un momento ella puso en blanco sus ojos y se corrió de nuevo, entre gritos y sollozos. Yo no deje de metersela un solo instante, su panochita estaba bien estrechita y me hacía gozar inmensamente. Cuando por fin no aguanté eyacular, se la saqué, pues no usabamos condón, y acabé sobre su vientre, le hice una poza de semen. Seguimos abrazados, nos besamos y ambos estuvimos de acuerdo que ya se miraba venir esto, lo cual juramos sería un secreto. Le salió una poquita sangre de su panochita, luego ella entre mis brazos me dijo "Me guardé para ti". Seguimos teniendo sexo con Marisol, aunque solo cuando la ocasión lo permitía, la paciencia fue nuestra estrategia, pues bien podíamos pasar varias semanas sin sexo y no había desesperación, luego una salida de mi esposa y follabamos como desesperados. Cuando Marisol estaba por cumplir sus quince años, me salió un viaje por parte de la compañia a Panamá, sería un viaje de negocios y planificación, ...