Empezó en la piscina - Relatos Eróticos

Empezó en la piscina

... Las besó y chupó. Yo sentía muy caliente mi cuerpo y un cosquilleo muy abundante y rico entre mis piernas. De regreso a la casa, me dijo que me esperaría el lunes después de clases para que nos viéramos. Accedí y en adelante de aquel fin de semana, solo fueron miradas y sonrisas.
El lunes después de clases, efectivamente me esperaba en su auto. Subí, nos saludamos y fuimos directo a su apartamento. Entramos y me ofreció una copa de vino. Yo no sabía si tomarla, temiendo que al llegar a casa mis papás sintieran aliento alcohólico. La tomé al fin y nos sentamos en el sofá de la sala. Puso música muy lenta y me invitó a bailar. Muy juntos como estábamos, me apretaba contra él y me besaba apasionadamente. Ambos empezamos a sentir el deseo profundo de entregarnos al placer. Yo no lo conocía aún pero me habían contado. Empezó a quitar los botones de la blusa colegial y el sostén. Las tetas saltaron fuera y las chupó con mucho deseo. Se quitó su camisa y desabrochó su cinturón del pantalón logrando que cayeran al piso. Quedó en ropa interior y yo misma me saqué la falda para quedar también con una pequeña tanga. Me cargó y me llevó a su habatación colocándome cuidadosamente en la cama. Con delicadeza me sacó la tanguita y me acarició la conchita, que estaba afeitada y muy húmeda. La besó y con la lengua, empezó a masajear el clítoris. NUnca había sentido aquel placer tan ...

... grande. Me retorcía en la cama pero dejaba que siguiera provocándome aquellos escalofríos. Sus manos invadieron mis tetas y mientras lamía mi conchita, apretaba mis tetas con ellas.
Subió por m i vientre besándolo, llegando a mi boca. Al hacerlo, con sus piernas hizo que abriera muy bien las mías e intentó penetrarme. No le fue posible, entonces se dio cuenta que esa sería mi primera vez. Intentó de nuevo teniendo éxito ésta vez, ayudado por lo mojada que estaba mi conchita.
Se movía a su gusto y a su ritmo...rápido y duro, y despacio y suave. Gemía en mi oido y yo en el de él. Yo sentía algo de dolor, pero mucho placer también.
Cambió de posición y me puso sobre él. Me senté sobre su verga y me movía como había visto en películas. Tocaba mis tetas y las chupaba mordisqueando mis pezones. Así estuvimos hasta que con un gran gemido, terminó dentro de mi. Yo ya tomaba anticonceptivas porque ya quería hacer aquello.
Fue el inicio de una etapa de mi vida, donde un caballero que podía ser mi padre, me hizo mujer y me sentí como mujer. Luego de unos meses de ser amantes, optamos porque cada quien siguiera su vida y así hoy, estoy casada. Veo a Carlos solo en la casa de playa cuando voy con mi esposo. Nos vemos aún con deseo, sabiendo lo que pasamos. NO fue el único con quien estuve antes de contraer matrimonio. ESas serán historias a ser contadas en otras ocasiones.
Hasta pronto