1. La tía Rosario


    Fecha: 20/01/2018, Categorías: Incesto Autor: iccs, Fuente: SexoSinTabues

    ... gimiendo cuando le metí toda la pija en su cola, que se abrió enseguida. «Así Lucas, cogeme fuerte por el culo, me gusta mucho que me cojan fuerte por la cola», decía en voz baja, abriendo sus nalgas a tope, gimiendo cuando sacaba y metía mi pija fuerte de su orto, haciendo que salga el aire como si se estuviera tirando pedos. La tía Rosario estaba espatarrada en la cama, abría sus nalgas todo lo mas que podía, siempre en voz baja me pedía que le coja la cola lo más fuerte que pudiera. «Acabate Lucas, acabate bien adentro de mi culo», me pidió mordiendo las sábanas y gimiendo, moviendo su cabeza para los costados. Yo me empecé a acabar, sentia como salían los chorros de leche dentro del culo de mí tía. Estábamos bien pegados, ninguno de los dos dejaba de gemir, ella tenía sus nalgas pegadas a mi cuerpo. «Que ganas de coger que tenía», dijo cayendo boca abajo sobre la cama. Yo me acosté a su lado. «Ufffff, como vamos a coger sobrino, que bien me hiciste el orto», me decía mientras me besaba. «Estas divina tía», le dije entre besos. «Toda para vos», me dijo bajando los tirantes del vestido y quedó con las tetas al aire. «Tenes una buena pija, como te la voy a chupar», decía empujando mi cabeza a sus tetas y pasando su mano por mi pija, «se está poniendo dura de nuevo, que bien, mira lo que tiene tú tía para tú pija», me dijo, acostandose boca arriba, abriendo y levantando bien las piernas, dejando que le vea su concha, bien pelada, sin un solo bello, abriendo los labios ...
    ... exteriores de su concha que se veía que estaba empapada. «Veni, subite encima mío y seguime cogiendo», me dijo haciendo que me suba sobre ella, y ella con su mano acomoda mi pija contra su concha, besando mi boca y gimiendo cuando me deje ir y le metí toda la pija en la concha. «Así guacho, chupame las tetas y cogeme bien cogida», me decía al oído pasando su lengua por mi oreja, sus piernas bien abiertas, levantadas, mi pija entrando y saliendo de su concha. «Comeme las tetas, chupalas, seguí metiendo tú pija bien adentro de mi concha, que bien me estas cogiendo», decía la tía Rosario sin dejar de moverse y besarme. Nos moviamos como locos, gemidos, besos, lambidas, todo valía entre mí tía y yo. «Seguí, seguí, no pares que me acabo de nuevo», decia en voz baja la tía moviendo sus caderas, gozando, haciendo que yo goce como nunca había gozado. Rosario dio un largo mmmmmmmmm, y siento como contrae la concha, tenía los ojos cerrados, un gesto extraño en su cara, me abraza fuerte contra ella, no me dejaba mover. Seguía contrayendo su concha, no paraba de gemir, yo no me podía mover, mi pija estaba bien adentro de su concha. Abre sus ojos, me mira, me empuja para que salga de encima de ella, parecía que estaba loca, se tiró encima mío y me empezó a chupar la pija, subía y bajaba su cabeza, haciendo que mi pija entre y salga de su boca, «tía, tia, tiaaa», le dije mordiendo mis labios para no gritar y agarrando su cabeza, explote en leche dentro de su boca, sentía como me acababa, como mi ...