En la bodega del la señora Ching 4 - Relatos Eróticos

En la bodega del la señora Ching 4

... dijo nada y sus ojos se le llenaron de lágrimas, ahí entendí que sabiendo que la mujer de su padre era muy sumisa y no era de reclamarle nada, ahora se quería  aprovechar su ausencia, cuando me mandó a llamar al chifa sabía que no era para nada bueno. 

-! Jesús te mandé al buscar entrá y siéntate , no voy a dar muchas vueltas al asunto , ahí tienes tu dinero por tu trabajo, ya no vas a trabajar con nosotros.. ¡

No hice ningún escándalo y me fui de ahí, con el dinero que me dio él tenía suficiente para ahora poder comprar el playstation5 que tanto quería, cuando mi amigo fue a mi casa a buscarme y me preguntó que había hecho  para que ya no quisieran que trabajará con ellos, sabía que mi amigo era chismoso y era cuestión de contar para que todos se enteren. 

Cuando el señor Ching se marchó  de viaje a China había dejado a su hijo al mandó, él no sabía que una persona de confianza de su padre lo estaría vigilando, entonces al regresar me llamó y me preguntó qué había sucedido en la bodega de su mujer, así que ...

... cuando le dije lo que vi se puso furioso y gritaba como poseído en chino . 

-!..Jesús quielo pol favol que ya legleses a trabajal a la bodega la próxima semana. ¡

-! Muchas gracias señor Ching yo sólo tengo permiso para trabajar en mis vacaciones y cuando se acaben tendré que regresar al colegio .. ¡

A su hijo según me contaron casi lo mata a golpes luego lo regresó a China, lo entendió y me dijo que trabaje junto a su mujer hasta que pudiera, al volver a la bodega ella  estaba feliz y me dio las  gracias sabía que fui yo quién hecho que recibiera su castigo el hijo de su esposo, ahora teníamos que tener más cuidado y seguimos teniendo sexo, cuando regresé a clases iba algunos sábados en ayudarle en la bodega y poder seguir dándole cariño y verga. 

Con el pasar del tiempo el señor Ching vendió todo y regresó con su mujer al China, así que cuando  pasaba por donde antes estaba la bodega veía esa puerta cerrada se me venían los recuerdos de Xiang y estaba seguro que ella al igual que yo no me podría olvidar.