En el auto con mi viejo - Relatos Eróticos

En el auto con mi viejo

... ahora? Jajajaja

Mi padre y yo reímos, pero la tensión sexual que me provocaba estar conversando con él sobre esto era nueva y caliente. 

- Prefiero que en el auto no, aunque no es por censurarte o porque seas mi hijo, se supone que podemos compartir estas cosas. Es sólo por higiene. Aquí no sería lo más indicado, palito.
- Y tú, papá? Como estás casado, ya no te haces pajas?- Comencé a relajar la forma de hablarlo
- Hijo, la sexualidad es personal. Claro que puedes compartirla con tu esposa, novia o con quienes tengas confianza de hacerlo, pero la masturbación es propia de uno.
- Tengo compañeros en la escuela que se han hecho pajas juntos. Eso es malo?
- Jaja No, es común en jóvenes.
- Tú lo hiciste alguna vez?

Mi viejo se puso colorado

- Algunas veces, si. Cosas de jóvenes.
- Yo nunca me he hecho pajas con alguien más -Era ahora o nunca- ...papá, podemos hacernos una paja los dos?

Hubo un breve silencio. Oí como mi viejo tragaba saliva y respondió:

- No sé, hijo. Quizás no sea lo más adecuado.
- Anda, una vez para saber qué se siente. Tú dijiste que son cosas que se comparten con alguien de confianza
- Pero en la juventud! Yo no soy un jovencito ya
- Anda, si nadie más que nosotros va a saber, papá. Además ahorita ya tengo una erección

Mire la entrepierna de mi papá que estaba hinchada por salir.

- Anda pa, te estacionas por ahí y nadie se entera

Silencio otra vez. Yo no dejaba de mirarlo hasta que volvió a hablar:

- Pablo, esto va ...

... a quedar entre tú y yo. Voy a hacer esto como gesto de confianza contigo

Yo ya empezaba a desabotonarme el pantalón sin dejar de dar miradas al bulto de mi padre. Ya le había visto la verga antes, pero nunca erecta. Empecé de inmediato a pajearme mientras el soltaba un tanto lento su cinturon, su bragueta y bajaba su truza blanca para dejar asomar su pene de unos 17cm, de piel clara y vellos rasurados.

Ahí estábamos. En el auto de mi padre, estacionados en un sector baldío, haciéndonos una paja uno al lado del otro. Los jadeos de ambos me tenían full caliente. Mi viejo a ratos me miraba pajearme y apuraba su ritmo. Yo mordía mi labio de calentura. Aguante hasta que le escuché jadear más intenso y supe que se correría. Acabé entonces al mismo tiempo. Puse mi mano para detener el chorro que solté, pero mi padre no, por lo que quedó salpicado de su leche por encima de su camisa.
Nos tendimos en los asientos largo rato. Escuché como su respiración se calmaba y sin levantarse volteó a mi, sonriente y dijo:

- Wow. Nunca pensé que haría esto al lado tuyo. Mucho menos que tú lo harías conmigo. Todo bien?
- Si, viejo. Todo bien. Deja, te ayudo.

Antes que el se incorporara, tomé papel de la guantera y le quité el semen derramado en su ropa. Lo noté enrojecido otra vez, pero no me detuvo. 
Una vez limpié su ropa, tomé con una mano su verga flácida y la limpié también. Él se movió con un gesto de querer incorporarse, pero no lo hizo. 
Me terminé de limpiar yo, subimos ...