La fiesta de disfraces
Fecha: 09/05/2021,
Categorías:
Intercambios
Tus Relatos
Autor: Jemito, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
No éramos de juntas o clubes porque tratábamos de cuidar nuestra privacidad, por lo tanto, nuestras juntas eran siempre más íntimas. Pero esta vez, la invitación era a una fiesta de disfraces, donde nadie debía saber quien era el otro, ni si quiera la pareja. Tanto Eduardo como yo siempre nos sentimos atraídos por los disfraces, así que esta invitación nos llamó en mucho la atención.
Pero, ¿disfrazarme de que?, eran mi gran duda, quería algo diferente, quería llamar la atención, sentir que todos me deseaban. Quería sentir la mirada de todos los hombres, que se me insinuaran, sentir sus miradas hacia mí, eso me excitaba demasiado. Pensaba en un traje pero que fuera de látex, que fuera unas dos tallas más pequeño que de la mía para que me quedara muy entallado. Con unas botas que me llegaran a hasta las rodillas.
La sensación de sentir que ni si quiera Eduardo sabría quién era yo, me atraía y también el no saber quien seria él me excitaba mucho más. Quería elegirlo a él, pero si no fuera así y si me equivocaba, era algo que no dejaba de dar vueltas en mi cabeza.
Pero las fichas estaban tiradas y eran las reglas del juego y nosotros la habíamos aceptado.
Sabia que de ninguna de las partes existiría celos por compartir con otras personas, por lo tanto, iba tranquila y solo pensando en disfrutar.
Nos dirigimos al salón de la fiesta, en el camino yo pensaba en lo que le dije a mi esposo, que mi cuerpo era solo para él, cuando ya había perdido la cuenta de todos los hombres ...
... que me habían hecho suya. Y esos pensamientos me calentaban. Eduardo me sacó de mis pensamientos cuando me avisó que habíamos llegado.
Al entrar al salón, al primero que vimos fue a la persona que organizó todo esto, se acercó a saludarnos, a cada uno nos dio un fuerte abrazo, tratando de ser discreto, bajo de más sus manos y alcanzó a acariciarme las nalgas.
Se había destinado una habitación para hombres y mujeres para que nos pudiéramos cambiar tranquilos y no supiéramos quien era quien.
Mi traje era el que quería, un vestido de látex, con un gran escote que hacía resaltar mis senos, cortito para que mis nalgas se visualizaran de manera discreta, una peluca negra larga y un antifaz con brillo y una pluma negra que salía de él. Mi rostro no se distinguía ya que la luz era baja y no era la única vestida con algo parecido.
A parte de un gran salón, había muchas habitaciones para poder escaparse a tener sexo y una habitación comunitaria donde todos podían compartir sexualmente con todos y poder también observar lo que los demás estaban haciendo.
Un tipo me sacó a bailar, él iba disfrazado de super héroe, mientras bailamos hablamos nada, después pusieron una balada, la bailamos y él me dijo, me encanta como vistes.
Era un tipo agradable y al momento de abrazarnos, note que tenia su cuerpo bien marcado y un gran pene. Por su voz, sabía que no era Eduardo, pero mi cuerpo deseaba estar con él.
Me mira a los ojos y me dice ¿Quieres ir a una habitación? La respuesta fue un, ...